Prudencia
Con origen en el latín prudentia, es un término que se emplea como sinónimo de sensatez, mesura, templanza, cautela o moderación. Se trata de la virtud que lleva a alguien a desenvolverse de modo justo y adecuado.
Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y he hallado conocimiento y discreción. Proverbios 8:12.
La persona prudente es precavida , mantiene un respecto para con los demás, es una persona que no se pone en riesgo, siendo cauteloso en su forma de andar.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos, guarda la prudencia y la discreción,
y serán vida para tu alma, y adorno para tu cuello.
Entonces andarás con seguridad por tu camino, y no tropezará tu pie.
Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño.
No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga, porque el Señor será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado. Proverbios 3:26.
Lo contrario de ser prudente, es el imprudente, quien es el que se mete en lo que no le importa, su forma de proceder pone en riesgo su vida, y la de los demás, ya que no es consiente de las causas, sus afánes lo predomina en una ansiedad para manifestar como actúa y habla sin pensar, esto lo lleva a cometer en muchas ocaciones errores.
He aquí, un rey reinará con justicia, y príncipes gobernarán con rectitud.
Cada uno será como refugio contra el viento y un abrigo contra la tormenta, como corrientes de agua en tierra seca, como la sombra de una gran peña en tierra árida.
No se cegarán entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los que oyen escucharán.
El corazón de los imprudentes discernirá la verdad, y la lengua de los tartamudos se apresurará a hablar claramente.
Ya no se llamará noble al necio, ni al tramposo se le dirá generoso.
Pues el necio habla necedades, y su corazón se inclina hacia el mal, para practicar la impiedad y hablar falsedad contra el Señor, para mantener con hambre al hambriento y para privar de bebida al sediento. Isaías 32:6.
Ser prudentes nos lleva a tener una vida consiente de los he estamos haciendo, sabiendo respetar el tiempo para hablar lo que sentimos, vemos el momento adecuado para obrar sin apresurarse a cometer errores, ya que la seguridad conlleva a la Prudencia de la mano.
Detente, piensa y habla.
Oración: Fórmame Señor a ser prudente, sabiendo que estaré seguro del tiempo y el momento para proceder y actuar, para respetar y amar a cada persona que esté a mi lado. Amén.