Soberbia

Del latín superbĭa, El concepto puede asociarse a la altivez, el engreimiento, la presunción y la petulancia.

La soberbia implica la satisfacción excesiva por la contemplación propia, menospreciando a los demás. El soberbio se siente mejor y más importante que el prójimo, a quien minimiza de forma constante. Por eso se comporta de manera arrogante y suele generar rechazo entre el resto de la gente.

Los amonestaste para que volvieran a tu ley, pero ellos obraron con soberbia y no escucharon tus mandamientos, sino que pecaron contra tus ordenanzas, las cuales si el hombre las cumple, por ellas vivirá. Y dieron la espalda en rebeldía, endurecieron su cerviz y no escucharon. Nehemías 9:29.

La persona soberbia, su orgullo lo lleva a solo pensar en el, es vanidoso, altivo , disfruta del fracaso de los demás, le cuesta reconocer sus errores, se defiende cuando es criticado o atacado por su contrario, le cuesta pedir perdón.

Posee una necesidad imperiosa y, a veces ya enfermiza, de recibir halagos.

Por eso, necesita que quienes le rodean estén continuamente alabándolo y resaltando todo lo bueno que hace, las cualidades que tiene, el éxito que está consiguiendo.

La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que habitas en las hendiduras de la peña, en las alturas de tu morada; que dices en tu corazón: “¿Quién me derribará por tierra?” Abdías 1:3.

Es una persona que en todo momento necesita tener el control de cualquier situación en la que se encuentra metida.

Se molesta por el éxito alcanzado por otra persona, llegando incluso a sufrir por su egoísmo.

Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. Proverbios 11:2 .

Por eso deja ya la soberbia y ríndete; entregando tu vida en obediencia a Dios, del cual obtendrás la humildad, la sencillez y la modestia, que serán las mayores riquezas que entrarían a tu corazón.

Guarda también a tu siervo de pecados de soberbia; que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, y seré absuelto de gran transgresión. Salmos 19:13.

Oración: Señor ayúdame a reconocer cuando la soberbia esté tocando mi puerta, dame tu Espíritu Santo, con que puedo combatirla y desecharla de mí interior, para que la sabiduría llene mi vida. Amén.

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