Derrota
Es la acción y efecto de derrotar o ser derrotado. El verbo derrotar, por su parte, hace referencia a vencer o ganar en un enfrentamiento, a romper o destrozar, o a arruinar a alguien en la salud o en sus bienes.
Podemos tener dos acciones en este verbo, es que es derrotar? o derrotados?.
¡Ay de ti que destruyes, y no has sido destruido; y de aquel que es pérfido, cuando otros no actuaron con perfidia contra él! Cuando termines de destruir, serás destruido; cuando acabes de actuar con perfidia, con perfidia actuarán contra ti. Isaías 33:1.
Las luchas constantes de la vida nos llevan hay veces a sentirnos derrotados por una adversidad, problema o situación que afrontamos, ya sea en el ámbito de la salud, finanzas, social o sentimental; es ahí donde muchas veces tenemos que tomar las fuerzas y hacer estrategias para poder ganar la guerra y derrotar al opresor.
Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu nombre, oh Señor, porque es bueno.
Porque El me ha librado de toda angustia, y mis ojos han visto a mis enemigos derrotados . Salmos 54:7.
Nuestra batallas cotidianas solo las podemos vencer cambiando de actitud, ella es la base más importante de un buen guerrero, desarrollando valentía y vigor para poder tener un buen plan de batalla, para afrontar al enemigo y tener victoria sobre el.
Pero tú, oh Señor, ten piedad de mí y levántame, para que yo les pague como se merecen.
Por esto sé que conmigo te complaces, porque mi enemigo no canta victoria sobre mí. Salmos 41:11.
En el ámbito espiritual, diariamente tenemos batallas, donde el enemigo de nuestras almas quiere derrotarnos, el disfraza el pecado y nos tienta para que caigamos, para que seamos vencidos por su plan maléfico; teniendo un ejército de demonios que dispuestos a obedecerle para destruirnos.
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. Efesios 6:12.
Sentirse derrotado es un síntoma de frustración, angustia y desespero. Cuando esto te llegue has un pare en tu vida, medita y piensa; de como vencer al enemigo, no te apresures y se cauteloso para poder afrontarlo, analizando sus debilidades donde podrás obtener el triunfo.
De ahí la importancia de tener a Dios como aliado en toda batalla, sabiendo que el nos dará la un buen plan para derrotar a nuestro adversario.
No digáis: “Hemos hallado sabiduría; Dios lo derrotará, no el hombre.” Job 32:13.
Oración: De tu mano o Dios llega la victoria, donde podemos derrotar a nuestro adversario, me uno a tu ejercito sabiendo que tu tendrás un gran plan para vencerlo. Amén