Recompensa

Es la acción y efecto de recompensar y aquello que sirve para eso. Este verbo, por otra parte, refiere a retribuir un servicio, premiar un mérito o compensar un daño.

La recompensa suele ser un incentivo ofrecido para la realización de una determinada tarea. En este sentido, el concepto está asociado a un premio o un estimulo. Es habitual que se ofrezca recompensa a quien contribuye a la captura de un fugitivo o a la recuperación de una persona o cosa.

Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios. Eclesiastés 5:19 .

Una recompensa también puede ser algo simbólico y no material. Muchas veces se habla de recompensa espiritual cuando una persona tiene un determinado gesto o conducta y no espera dinero u objetos a cambio, sino que simplemente desea sentir la satisfacción de hacer lo correcto o de ayudar al prójimo.

Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.

Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha,

para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Mateo 6:2-4.

Ya sea material o espiritual, los seres humanos solemos movernos esperando una serie de resultados definidos, aunque no siempre seamos conscientes de ello; buscamos una recompensa en todo lo que hacemos, tanto en las acciones altruistas como en las egoístas, ya que es a través de esta devolución que podemos poner fin a un proceso y dar un paso adelante.

Si el justo es recompensado en la tierra, ¡cuánto más el impío y el pecador! Proverbios 11:31 .

Esta necesidad de obtener una recompensa no debe malinterpretarse. Esperar algo, material o no, a cambio de nuestro esfuerzo no significa que nuestras intenciones sean retorcidas o que carezcan de sinceridad: si observamos la vida con detenimiento, ninguna acción, ningún fenómeno tiene lugar sin un fin determinado.

Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo. 2 Corintios 5:10.

Por esto cada uno es recompensado de lo que siembra en la vida, debido a que recibirá de acuerdo a sus acciones y comportamiento o de lo que está cultivando ya sea bueno o malo.

!! La vida no se queda con nada, ella siempre traerá su recompensa !!.

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado.

Un esfuerzo total es una victoria completa.

Oración: Guárdame Señor de mis acciones , ya que se que debido a mi comportamiento y acciones, seré recompensado tanto aqui en la tierra o como cuando este delate de Ti en tú trono, por esto perdona mis pecados, reconozco a tu hijo Jesucristo como mi salvador, para poder obtener la recompensa y el galardón, del reino de los cielos. Amén.

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