Insatisfacción
La insatisfacción es un sentimiento interior que experimenta una persona cuando siente que una realidad determinada no cumple sus expectativas. La insatisfacción muestra un nivel de desencanto personal producido por la frustración de que no haya cumplido un deseo determinado.
El sentimiento de insatisfacción también puede darse en la relación de pareja cuando una persona pone más atención en los defectos del otro que en sus virtudes. Desde el punto de vista de la felicidad, la infelicidad viene marcada por un profundo grado de insatisfacción personal con el presente cuando la persona hace balance de su existencia y se siente lejos del punto en el que realmente le gustaría estar.
La insatisfacción es un un sentimiento muy humano que puede estar contextualizado en ámbitos muy concretos: en el plano laboral una persona puede sentirse de este modo cuando tiene un trabajo precario, en una etapa de desempleo de larga duración, ante un empleo que no conecta con la vocación profesional, al estar estancado en el trabajo…
La insatisfacción no es negativa en sí misma pero sí lo es cuando se torna crónica. Es decir, cuando la persona se acostumbra a estar en este punto.
Había un hombre solo, sin sucesor, que no tenía hijo ni hermano, sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, y nunca se preguntó: ¿Para quién trabajo yo y privo a mi vida del placer? También esto es vanidad y tarea penosa. Eclesiastés 4:8.
Desde el punto de vista positivo, el sentimiento de insatisfacción ofrece una información valiosa sobre la necesidad de un cambio en un ámbito determinado. Por ello, la persona que toma conciencia de cómo se siente puede valorar hacer algo al respecto.
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno. Romanos 12:3.
Sin embargo, la insatisfacción se hace crónica como consecuencia del deseo de perfeccionismo o la ambición sin límites de aquel que no gradúa sus propias expectativas para adaptarlas a la realidad. Existen algunos signos que ayudan a identificar la insatisfacción: la queja constante y el pensamiento negativo son dos actitudes propias de aquel que no se siente satisfecho con aquello que tiene y aspira a más.
Porque para cada deleite hay un tiempo y un modo, aunque la aflicción del hombre sea mucha sobre él.
Todo el trabajo del hombre es para su boca, sin embargo su apetito no se sacia. Eclesiastés 6:6-7.
La persona insatisfecha vive más pendiente de la carencia y no practica la gratitud existencial. De este modo, sufre mucho porque no valora todo aquello que sí posee. Es como el niño eternamente insatischo.
El que ama el dinero no se saciará de dinero, y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad. Eclesiastés 5:10.
La insatisfacción puede ser un punto de inicio de un proceso de desarrollo personal como ocurre cuando una persona inicia un proceso de entrenamiento con el objetivo de poner fin a ese sentimiento interior para abrir las puertas de la felicidad. y poder alcanzar una satisfacción plena que implica esfuerzo y superación, hacia un camino de determinado, llevándolo a estar satisfecho de lo realizado.
!! Las bendiciones de Dios te dan satisfacción, los afanes del hombre te traen insatisfacción!!.
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Filipenses 4:6.
!La insatisfacción sin límites te destruye, la satisfacción con conciencia de enriquece.
Oración: Señor ayúdame cada día a reconocer tus bendiciones, sabiendo que ellas producirán satisfacción a mi vida, no dejes que los afanes me lleven a estar insatisfecho, produciendo en mi avaricia he inconformidad. Déjame estar agradecido por todo lo que me provees. Amén.