Fracaso
El término fracaso proviene del verbo fracasar. Éste, a su vez, hace referencia a la frustración.
Y si su transgresión es riqueza para el mundo, y su fracaso es riqueza para los gentiles, ¡cuánto más será su plenitud! Romanos 11:12.
Un fracaso es, por lo tanto, un suceso lastimoso, inopinado y funesto. Por otra parte, el concepto permite nombrar a la caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento.
Es la desilusión que decepciona a la persona. Por esto hay muchos que le temen a fracasar, ya que se marcan con lo sucedido toda la vida.
Cierto hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos le dijo al padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde.” Y él les repartió sus bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino una gran hambre en aquel país, y comenzó a pasar necesidad.
Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Entonces, volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra, pero yo aquí perezco de hambre!.
“Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; hazme como uno de tus trabajadores.'”
Y levantándose, fue a su padre. Y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó.
Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.”
Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traed la mejor ropa y vestidlo, y poned un anillo en su mano y sandalias en los pies; y traed el becerro engordado, matadlo, y comamos y regocijémonos; porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.” Y comenzaron a regocijarse.
Y su hijo mayor estaba en el campo, y cuando vino y se acercó a la casa, oyó música y danzas.
Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era todo aquello.
Y él le dijo: “Tu hermano ha venido, y tu padre ha matado el becerro engordado porque lo ha recibido sano y salvo.”
Entonces él se enojó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba que entrara.
Pero respondiendo él, le dijo al padre: “Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y sin embargo, nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos; pero cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, mataste para él el becerro engordado.”
Y él le dijo: “Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo.
“Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque éste, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.”
Reflexión. Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar. Por esto es necesario que cuando vivamos esta experiencia aprendamos de ella lo positivo y solteros lo negativo.
Palabras de Jesucristo. Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento. Lucas 15:7.
Tiempo de Pensar. Es necesario Arrepentirnos de nuestros errores con sinceridad, y así venses el fracaso, ya que reconocemos lo malo que hemos echo y lo hemendamos, para lograr vivir un mejor porvenir.
Oración. Señor perdoname por mis malas decisiones que me han llevado a fracasar, ayudame a corregirlas para poder aceptar lo malo que hice y así ser librado, para ser llevado a una vida llena de plenitud y entendimiento. Amén.