Todos anhelamos deseos . Mas los deseos de Dios es que todos lleguemos a una vida plena en su voluntad.
El deseo es la acción y efecto de desear anhelar, sentir apetencia, aspirar a algo. El deseo, por lo tanto, es el anhelo de cumplir una voluntad o saciar un gusto. Las motivaciones del deseo pueden ser muy variadas. En ocasiones, el deseo surge por el recuerdo de vivencias pasadas que resultaron placenteras. Ese es el caso de alguien que desea comer un determinado plato que sabe que le gusta o que quiere volver a visitar un lugar donde vivió buenos momentos. La mayoría de nosotros, desde que somos jóvenes hasta llegar a la edad adulta, comenzamos a formar planes para cumplir nuestras necesidades y deseos. Tenemos metas, algunas grandes, otras pequeñas, otras a corto plazo y otras a largo plazo. Y debido a esto, normalmente no vivimos una vida sin propósito o sin rumbo fijo. Nuestras metas surgen de algo que queremos que finalmente nos haga feliz, y en consecuencia, planeamos nuestra vidas así. Cuanto el anhelo por una situación del pasado se torna muy intenso y genera tristeza se habla de nostalgia. El deseo forma parte de la naturaleza humana, todo hombre siente deseos que quieren alcanzar, este el la causa muchas veces de motivaciones para lograr objetivos, llevándonos a estar activos para anhelarlos. El emprendimiento sale mayormente de poder alcanzar un deseo, por lo generar cuando damos estos pasos de salir adelante, nos enfocamos a encontrar la soluciones para alcanzarlos. Un deseo impulsa a una necesidad y por lo general implica esfuerzos o gastos , por ejemplo: alimentarte, tener un techo donde vivir, vestirte, educarte, sentirte reconocido, pertenecer a un grupo o familia. Por lo tanto todo aquello que anhelamos produce deseos en nuestra vida, mas no siempre es una necesidad básica. Cuando nos proponemos alcanzar objetivos en la vida estos producen deseos. Con el cual nos ayudan a enfocarnos y encontrarlos.
Mis días han pasado, se deshicieron mis planes, los deseos de mi corazón. Job 17:11 .
Los deseos, forman a los hombres visionarios, en el ámbito laborar y empresarial, estos son los que se enfocan a alcanzar las metas y objetivos por el cual trabajan. Su espíritu de superación de lucha los llevan a salir adelante. Hay también deseos engañosos al hombre, que los lleva por caminos equivocados, causando el pecado y en muchas ocaciones hasta la muerte. De ahi la importancia de reconocer a Jesucristo para ser apartados de esos deseos engañosos.
Entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados). Efesios 2:5.
Dios también manifiesta sus deseos para los hombres y es que se arrepientan del camino pecaminoso. Ya que El es un ser amoroso y bondadoso. Y aunque si bien es cierto que Él es el Dios Todo poderoso y que lo tiene todo, en otro sentido, Él si tiene una necesidad, pues tiene un deseo en lo profundo de Su corazón que todavía no se ha cumplido. Y debido a que Él tiene este deseo, Dios tiene una manera, un plan para obtener lo que Él anhela. De alguna forma, al observar nuestras vidas, nos podemos dar cuenta de que Dios tiene una necesidad en particular. Cada uno de nosotros deseamos tener gozo y satisfacción. Pero ¿A qué se debe esto? Nadie nos enseñó a sentirnos de esa manera. De hecho, nuestro deseo por tener gozo y satisfacción es un reflejo del deseo de Dios por tener gozo y satisfacción, debido a que fuimos hechos a la imagen de Dios. Cumplir nuestros verdaderos deseos, es poder ser obedientes a los mandatos que están escritos en el Gran Libro, ellos traerán bendiciones y guiarán nuestra vida a una verdadera prosperidad. Ora. No para que Dios cumpla tus deseos . Si no para que se cumpla los deseos de Dios en tu vida.
ORACIÓN:
Encomiendo a ti oh Dios todos mis deseos, aparta de mi los que nos me ayudan para desecharlos y poder descubrir los buenos para vivir una vida plena en tu voluntad. Amén.