EL DILIGENTE COME DE LO QUE ESTA SERVIDO.

Cuando actuamos con diligencia , sembramos y cuidamos para el futuro, recogiendo éxitos en el caminar de la vida.

El primer paso necesario que hay que dar para poder entender el significado del término diligente es establecer su origen etimológico. Al hacerlo debemos dejar patente que procede del latín, ya que es fruto de la suma de dos vocablos de esa lengua: el prefijo “dis-“, que significa “separadamente”, y el verbo “legere”, que puede traducirse como “recoger o elegir”. El que es diligente es alguien que es pronto para reaccionar, es acomedido, es prestó y ligero. Su forma de actuar ante una necesidad lo conlleva a no ser perezoso ante alguna adversidad, ya que siempre está al servicio de los demás, sin esperar nada a cambio. Cuando somos diligentes estamos siendo presto’s a la necesidades de las personas, tendido cuidado y estando activo a la necesidades. Su función es poder ser precavido y ligero para actuar.

El alma del perezoso desea, pero nada consigue, mas el alma de los diligentes queda satisfecha. Proverbios 13:4.

Algunas cualidades del diligente se manifiestan y se consideran fundamental por que posee una actitud favorable hacia el trabajo, se esfuerza de una manera constante para entender y realizar bien las tareas que se le asignan o que tiene recomendadas, es una persona que reacciona con inteligencia en pro de su labor, se centra en sus responsabilidades de manera eficaz y eficiente, ya que se considera con la virtud de pensar positivamente.

Pobre es el que trabaja con mano negligente, mas la mano de los diligentes enriquece. Proverbios 10:4 .

El diligente recoge del buen fruto que siembra, ya que trabaja de una manera bien meticulosa, prestando atención a todos los detalles y no dejando nada a la improvisación. Es puntual en todas sus citas en las cuales tiene que acudir, desarrolla estar disponible en los momentos en que se necesita contar con el para alguna asignación, poniendo mucha atención en los detalles y manteniendo control sobre sus emociones.

Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja, mas todo el que se apresura, ciertamente llega a la pobreza. Proverbios 21:5.

Tenemos todos la necesidad de ser mas diligentes para buscar de la verdad de Dios en nosotros, no esperar ver el problema solo para recurrir a una petición de parte de EL; cuando podemos llenarnos de su palabra, o tan simplemente de leer estas noticias pequeñas reflexiones y compartirlas con sus amigos , estas siendo diligente a llevar vida y enseñanzas de formación, con las cuales nos estaremos enriqueciendo el conocimiento y sabiduría, que nos llevará a ser formados en hombres de Fe y con una esperanza de salvación a nuestra alma afligida.

Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis; pues de esta manera os será concedida ampliamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 2 Pedro 1:10-11.

La recompensa del diligente, siempre será obtener lo que se desea. Tal vez no en un mes, ni en un año, ni en una década, pero sus deseos se cumplen. El diligente es pronto para todo, pero conoce el sentido de la paciencia y de la espera del logro anticipado mientras día a día hace su parte y siembra la semilla, la riega y espera. “El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.

Los perezosos ni siquiera cocinan la presa que han atrapado, pero los diligentes aprovechan todo lo que encuentran. Proverbios 12:27.

Servir en todo lugar a todos nos da una perspectiva única. El diligente espiritual, no está siendo diligente sólo para prosperar, para ver cumplidos sus deseos o para llegar a ocupar un puesto de alta influencia. No, su visión suele ir más allá de esta tierra. El diligente espiritual cree en Dios y vive para Dios. Y no se puede vivir para Dios, sin creer en la salvación gratuita de Jesús por nosotros quien tomó el lugar de nuestro castigo para liberarnos. Sino que tampoco se puede honrar a Dios sin amar al prójimo y amar al prójimo y a Dios con diligencia es el más alto nivel de cuidado y entrega activa. Se trabaja no sólo para el suelo, sino para el cielo.

El diligente abre puertas al éxito y siempre extenderá una mirada hacia un mejor futuro.

ORACIÓN

Señor DIOS. Hoy decido ser diligente en todas mis necesidades y trabajo, sabiendo que tengo que ordenar mi vida, para lograr un futuro mejor, lleno de esperanza y salvación. Amén.

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