EL TERRORÍFICO DEL MIEDO.

Señor. No dejes que el terror atormente a mis pensamientos. Dame el equilibrio para poder vencerlo. Y la FE para poder sobrepasarlo.

El terror es una sensación de miedo muy intenso. El miedo se define como una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo real o imaginario; cuando éste supera los controles cerebrales y el sujeto no puede pensar de forma racional, aparece el terror. El terror puede generar sudores fríos, la parálisis del cuerpo y en los casos más extremos, el fallecimiento por paro cardíaco. La clave para dominar el miedo y el terror es el autocontrol. La imaginación sin control crea una des compensación en el cuerpo humano, más cuando entra en un estado de pánico, está mente descontrolada causa un efecto en ocaciones agresivo y difícil de manejar he incontrolable, ya que su reacción conlleva a un estado de estrés causando terror en todo su interior.

Angustiado está mi corazón dentro de mí, y sobre mí han caído los terrores de la muerte. Terror y temblor me invaden, y horror me ha cubierto. Salmos 55:4-5.

Me acuerdo cuando el atentado sobre las torres gemelas de New York, toda una Ciudada y el país entero, cayo en un estado de terror, ya que las vivencias de poder sobrevivir y salvar vidas, causo un desequilibrio en aquella ciudad, donde las persona trataban de salvar sus vidas. Es ahi donde el terror confunde y deja una impresión de impacto desagradable, ya que las emociones se disparan sin control, generando un sinnúmero de angustias incontrolables. Cuando el terror se apodera la mente no reacciona y se confunde, se frisan los pensamientos, causando en el cuerpo relaciones como gritos, llantos, dolores y sufrimientos. cuando el terror se apodera del corazón humano, abandonamos la carrera de la fe. Solo queremos escondernos. Nada detiene las piernas de la fe como el miedo aterrador.

Por esta razón mis lomos están llenos de angustia; dolores se han apoderado de mí como dolores de mujer de parto. Estoy tan confundido que no oigo, tan aterrado que no veo. Isaías 21:3 .

El terror ataca primeramente nuestra mente, nos lleva a imaginar siempre lo peor, lo irreal, forma una gran parte de una angustia, ya que se pierde el sentido de si mismo, causando un miedo incontrolable. Después se instala en el corazón, en el alma misma de los lazos emocionales, que van creando una competitividad desmedida, desalmada y degradante. Que termina cumpliendo su función en un estado de pánico presente. Cuando se entra en este estado por lo generar conlleva a la persona a ser incoherente, ya que sus emociones se disparan al grado de efectuar una crisis emocional, dejando a la persona pasmada , exhausta y débil.

Pues lo que temo viene sobre mí, y lo que me aterroriza me sucede. Job 3:25.

Más el miedo es algo que Dios diseñó, no el demonio. Dios diseñó el miedo para que huyéramos del peligro real. El miedo está destinado a ser una misericordia. Su propósito es dirigirnos a la seguridad. Cuando nuestra alma está bien ordenada, tememos al Señor y nos apartamos del mal . Es importante para no caer en ese estado, levantar la voz al Eterno y hacer una pausa para reaccionar con equilibrio. Te aconsejo que te aferres al las promesas del Gran Libro escritas en su su Palabra, con la cual entenderás lo que es refugiarse en su confianza , la cual dará una esperanza de salvación, aun si la muerte rodea. Recuerda este salmo del Rey David. Que supo vivir batallas aterradoras e encontró que ni las tinieblas podían hacerle daño, cuando supo descansar en el poder del Señor.

Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío. Porque El te libra del lazo del cazador y de la pestilencia mortal. Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad. No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día. Salmos 91:2-6.

Hoy viven muchas personas aterrorizadas por todo lo que esta ocurriendo en el planeta, maldad, guerras, cambios climáticos, desordenes de gobiernos mundiales, pestes, etc. Mas en los momentos que el terror nos ataque, solo seremos librados si ponemos nuestra confianza en Dios, el cual nos dará las medidas a seguir, ofreciéndonos el auto control de las reacciones, llenándonos de una fe y esperanza, que nos protegerá de cualquier suceso que tengamos que afrontar.

ORACIÓN

Me levanto de pie confiado en el Dios , quien restaurará mi mente, librándome de todo lo que pueda causarme miedo y terror, diré JESUCRISTO es mi escudo y mi salvación. Amén.

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