La contingencia y la preparación, hace que podamos salvaguardar nuestras vidas. Por esto buscar el refugio del Señor, nos dará la seguridad de salvación y las promesas de Su protección.
Vivo en el estado de la Florida, donde cada año nos enfrentamos bajo el riesgo que un huracán toque nuestras ciudades. La gente en la temporada de huracanes no suelen prepararse para recibir estas fuertes tormentas y muchos esperan hasta las ultimas horas , para tomar acciones de salvaguardar sus pertenencias, es mas hay muchos que se quejan de que no van a poder ir a trabajar, o a cumplir con una cita con el doctor, etcétera. Entonces, cuando se anuncia la llegada de un evento extremo, comienza el caos, se forman tormentas de tráfico en las calles y aparecen tornados repentinos de clientes en los supermercados arrasando con todo. Al final las filas en las gasolineras para llenar sus sus carros de combustible se desbordan. Y aparece verdaderamente el huracán humano. Donde la falta de paciencia y de tolerancia , hace que las personas se desequilibren en tratar de solucionar sus necesidades al ultimo minuto. Más esto se trata de una crisis innecesaria si a la vida cotidiana floridana se integra con la planificación para eventos naturales extremos, así de la misma manera que muchos planificamos la Navidad o una vacaciones, debemos de mantener las cosas en orden y tener los suplementos necesarios para estas temporadas. Ya que nunca sabemos por donde va entrar la tormenta, ni para donde va. Aun con toda la tecnología que existe. Tal vez, la costumbre diaria de ver que una tormenta severa se diluye y desaparece ante el más esplendoroso sol de verano hace pensar que nada terrible ocurrirá, y esto hace que pocos no tengamos la conciencia de prepáranos. Yo me incluyo en este caos, ya que en unas horas estará pasando un huracán por mi hogar, mas e limpiado con la ayuda de mi esposa la yarda y he recogido todo lo que se convierta en proyectil por causa de los vientos. He madrugado a escribirles, ya que mi prevención esta puesta en las manos de Dios.
Entonces Jesús se dirigió a la multitud y dijo: «Cuando ustedes ven que se forman nubes en el occidente, dicen: “Viene la lluvia”. Y tienen razón. Cuando sopla viento del sur, dicen: “Hoy será un día de mucho calor”. Y así sucede ¡Necios! Saben interpretar las señales del clima en la tierra y en los cielos, pero no saben interpretar los tiempos presentes. Lucas 12:54-56.
El hecho es que la importancia de la prevención y de comprender que todo suceso que esta ocurriendo tiene un origen profético , con el cual el hombre se tiene que preparar con anticipación, para que las señales que están ocurriendo en el mundo, tengan una interpretación correcta. Esta es el anuncio de la segunda venida de Jesucristo. No esperes hasta el final como hacen los floridanos en medio de los huracanes. Busca como encontrar el camino de la salvación, que ofrece Dios por medio de su Hijo. Así estará preparado no solo para su venida, o por si mueres en medio de estos acontecimientos. Puedas tener un lugar en la vida celestial.
Entonces dijo a sus discípulos: «Se acerca el tiempo en que desearán ver el día que el Hijo del Hombre regrese, pero no lo verán. Algunos les dirán: “Miren, allí está el Hijo del Hombre” o “Aquí está”, pero no los sigan. Pues, así como el relámpago destella e ilumina el cielo de un extremo a otro, así será el día cuando venga el Hijo del Hombre. Lucas 17:22-24.
El calentamiento global y los cambios que está experimentando el planeta, no son cosa de juego, ni de teorías conspirativas. Son acontecimiento de preparación de señales evidentes de que la tierra gime por la presencia del Señor
La creación espera el día en que será liberada de la muerte y la descomposición, y se unirá a la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto; y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu de Dios en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió. Romanos 8:21-23
Hay pruebas científicas de ello. una de las señales evidentes es el aumento de la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Con el calentamiento global estos fenómenos naturales se harán cada año más intensos, es determinante para preservar la vida y seguridad, que estemos firmes en creer en las promesas que el Señor tiene preparadas para los que creemos en su Palabra.
ORACIÓN.
SEÑOR. Me he preparado para recibir esta tormenta, sabiendo que tu guardaras nuestras vidas y nos darás el refugio seguro que es descansar en ti . Amén