COMO ALCANZAR UNA GRAN FORTUNA

No es el dinero que cambia nuestra vida en felicidad. Si no es la alegría que nos brinda el Señor. Para poder ser buenos mayordomos de lo que nos provee.

Muchos anhelan poder ganar en la lotería, juegan continuamente pensando que algún día tendrán esa oportunidad, mas se ilusionan y hacen sueños si se la ganan , dicen que harían con el dinero, haciendo muchas promesas, para tratar de vivir mejor o de ayudar a otras personas, en fin sus sueños no les alcanzan. Ya que al convertirse en millonarios podrían realizar muchas cosas. Ahora tomando en cuenta esta manera de pensar , les contare una breve historia.

Una vez un hombre salvó la vida del hijo del rey y como recompensa le fue concedido el privilegio de pasar veinticuatro horas en la tesorería del rey, recogiendo toda la plata, el oro y los preciosos cálices que deseara. Cuando llegó el gran día, él trabajó con todas sus fuerzas y logró amasar una enorme fortuna. Desde aquel día en adelante su riqueza aumentó hasta llegar a ser el hombre más rico y famoso del mundo. Cada año ofrecía un magnífico banquete a todos los nobles del país para conmemorar el evento. Esto continuó durante varias décadas, hasta que finalmente el resto del mundo olvidó el incidente original que dio origen a su fortuna. Un día, en el transcurso del banquete anual, planteó una pregunta a sus acaudalados invitados: «¿Qué día es a vuestro entender el más precioso para mí?». «Seguramente éste», conjeturaron, «tomando en cuenta lo hermoso que ha sido ornamentada su mansión, las sillas cubiertas de oro y sobre la mesa hay un despliegue de manjares exquisitos. Todos los nobles del país están sentados en derredor de su mesa y usted mismo está vestido con galas dignas de un rey». El hombre respondió: «Efectivamente, hoy estoy muy contento. Sin embargo hay un día que nunca voy a olvidar. Estaba hambriento y vestido con simples ropas de campesino, sin un solo sirviente para atenderme, y sin embargo, el éxtasis de cada momento de aquel maravilloso día fue muchísimo más intenso que el alborozo que siento en este momento». Los invitados murmuraron asombrados a medida que su anfitrión continuaba la narración: «Me refiero al día en que se me permitió entrar en la tesorería del rey y llevarme todas las riquezas que pudiera recoger en 24 horas. No comí ni bebí durante todo el día, porque me negaba a abandonar el tesoro ni por un momento. Mi ropa era simple, nadie me servía y pese a ello mi alegría no tenía límites porque con cada momento que pasaba veía crecer mi fortuna al descubrir otro precioso cáliz o gemas de valor incalculable.». «Así pasé las veinticuatro horas sin sentir hambre a causa de mi enorme alegría. Hoy es diferente, ya he disfrutado de mis riquezas y galas por tanto tiempo, que me he acostumbrado a ellas y no me producen tanta alegría».

Ahora vallamos a la enseñanza que quiero dejarles. Dios envío a su Hijo Jesucristo, con el propósito de que podamos recoger un gran tesoro, El se manifesto a toda la humanidad, para darnos la oportunidad de alcanzar todas las riquezas celestiales. Estas riqueza se celebran cada momento recordando su muerte , por medio de tomar la cena del Señor, en algunas iglesias se le llaman celebrar la eucaristía. Mas tomemos un momento y meditemos , en el hombre de historia y pongámoslo en contesto con nuestra vida. El hombre que se volvió millonario con la fortuna que le dio el rey. Dios es el rey que nos ofreció recoger una gran riqueza por medio de su palabra, para vivir una vida llena de paz, esperanza, gozo y amor, con la cual celebramos el nacimiento de Jesucristo. Mas estas fiestas solo las personas la hacen para pasar divertidos y gozando de bailes y borracheras. Por eso paremos y meditemos como lo hizo aquel hombre de la historia y hagámonos esa misma pregunta, ¿ Cual debería ser el dia mas feliz y por que?. La respuesta es que cuando Jesucristo entro en nuestra vida, estábamos convertidos en los hombres mas pobres espiritualmente, nos arrastrábamos en el pecado, y andábamos en las mayores porquerías que ofrece el mundo. Mas recordar todo esto y saber que el nos limpio, perdono y restauro , dando su vida por nosotros es la razón de celebrar estas fiestas. Por que por El somos ricos celestialmente.

No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:19-21.

La Biblia es sin dudas el libro más controversial de todos los tiempos, el más leído en la historia de la humanidad y el que ha influenciado a más personas, para nosotros los creyentes es la palabra de Dios escrita por hombres de fe inspirados por el Espíritu Santo.

Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. Salmos 12:6 .

Es un gran tesoro lleno de conocimiento, que te dará sabiduría para aprender a relacionarte con Dios y los hombres, es una joya de mucho valor, que cuando llega nuestro corazón cambia la manera de actuar y de pensar. El Eterno nos ha permitido acceso a Su tesoro más preciado: la de su palabra y sus preceptos, cuyo detalle más ínfimo es más valioso que todas las joyas del mundo. Mientras el hombre permanece en este mundo tiene permitido adquirir tanto de ella como desee. Por esta razón debería sentirse feliz cada día de su vida. Su corazón debería rebosar de amor intenso y firme por Dios, aunque su vida en este mundo esté llena de tribulaciones y sufrimiento. Después de todo tiene la oportunidad de recoger las joyas más preciosas. Como lo dice el hombre de la historia, que mientras estaba en el tesoro su incomodidad física fue aligerado por su alegría. Esta es la felicidad que Dios nos ofrece. Te has ganado un gran boleto, y un Gran Premio que llenara toda tu vida de felicidad, y es el de ser llamado hijo de Dios y heredero de la salvación eterna.

ORACIÓN .

Tu palabra es el mayor tesoro que el REY DE REYES nos ha ofrecido, por esto la recogeré cada día y la pondré en lo más profundo de mi corazón, para aceptar cada principio que en ella hay y acumular tesoros en el cielo. Amén.

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