ENCUENTRA LA SABIDURÍA

Todo proceso que vivimos cuando lo reconocemos y lo aceptamos en nosotros como una enseñanza, será una formación de vida. Que se convertirá en un gran tesoro. llenando nuestro ser interior de mucha sabiduría.

La planta de algodón vive un gran proceso . Ella se siembra en el invierno, en temperaturas bajas, después se recoge con una maquina su flor de algodón y destruye la planta. Para luego ser llevada en grandes empresas que estiran cada fibra de aquella hermosa flor de algodón, para que se convertirán en hilos y después en telas. Con las cuales un gran sastre la convertirá en una hermosa prenda de vestir. Así es la vida si aprendemos a discernir la sabiduría en cada proceso de la vida. Les cuento un pequeño relato de un joven que decidió buscar la sabiduría.

Había una vez en el lejano Oriente un hombre considerado muy sabio. Un joven viajero decidió visitarle para aprender de él. -Maestro, me gustaría saber cómo llegar a ser tan sabio como usted… -Es realmente sencillo, -le dijo- yo solo me dedico a descubrir perlas de sabiduría. ¿Ves aquel gran baúl de perlas? . -Sí. -Son todas las que he acumulado durante mi vida. -Sí pero… ¿dónde puedo encontrarlas?. -Están en todas partes. Es cuestión de aprender a discernirlas. La sabiduría siempre está preparada para quien esté dispuesto a tomarla. Es como una planta que nace dentro del hombre, evoluciona dentro de él, se nutre de otros hombres y da frutos que alimentan a otros hombres. Aaahhhhh, ya, ya…. Lo que me está diciendo es que tengo que ir descubriendo lo que hay de sabio en cada persona para crear mi propia sabiduría y lo compartirla con los demás… En aquel momento, las palabras de aquel joven parecía como si se fueran formando una pequeña nube de vapor de agua que se condensaba hasta solidificarse en una pequeña perla. Inmediatamente el maestro la recogió para ponerla junto al resto de perlas. El maestro le dijo: -Realmente, mi única sabiduría es recopilar estas perlas para después saber utilizarlas en el momento oportuno.

Mas la sabiduría, ¿dónde se hallará? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?. No conoce el hombre su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes. El abismo dice: “No está en mí”; y el mar dice: “No está conmigo.” . No se puede dar oro puro por ella, ni peso de plata por su precio.

No puede evaluarse con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro. No la pueden igualar ni el oro ni el vidrio, ni se puede cambiar por artículos de oro puro. Coral y cristal ni se mencionen; la adquisición de la sabiduría es mejor que las perlas. El topacio de Etiopía no puede igualarla, ni con oro puro se puede evaluar. ¿De dónde, pues, viene la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?. Está escondida de los ojos de todos los vivientes, y oculta a todas las aves del cielo. El Abadón y la muerte dicen: “Con nuestros oídos hemos oído su fama.”.Dios entiende el camino de ella, y conoce su lugar. Porque El contempla los confines de la tierra, y ve todo bajo los cielos. Cuando El dio peso al viento y determinó las aguas por medida; cuando puso límite a la lluvia y camino para el rayo, entonces El la vio y la declaró, la estableció y también la escudriñó. Y dijo al hombre: “He aquí, el temor del Señor es sabiduría, y apartarse del mal, inteligencia.” Job 28:12-28.

Los años no vienen solos, llegan cargados de aprendizajes y vivencias, que se acumulan en nuestro porvenir, son como una piedras preciosas que adornan nuestro ser interior, si aprendemos a valorar la existencia. reconociendo las riquezas que la vida nos a otorgado , sabiendo superar las circunstancias y resolviendo problemas; entonces la sabiduría adornara nuestra vida. Solo cuando maduramos y somos conscientes de la realidad de Dios, entonces nos cubriremos de ella y sera un gran tesoro de vida, para ofrecerle a la generación venidera.

Pero la sabiduría es justificada por todos sus hijos. Lucas 7:35.

ORACIÓN .

Señor. Ayúdame aprender de cada circunstancia que vivo, sabiendo que se convertirán en perlas preciosas, que llenarán el tesoro de mi vida con sabiduria. Amen.

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