No creas que to lo que parece duro y fuerte es lo que se mantiene, ya que en medio de la prueba se quebranta. Lo que es manso aguanta con humildad todo tipo de circunstancias, sin necesidad de alterarse.
La mansedumbre, es aquella característica de las personalidades serenas, que no se exaltan con facilidad, sino que permanecen tranquilas, pacíficas, aún en situaciones que a otros los desbordarían.
Un sabio el maestro estaba enfermo. Su discípulo fue a visitarle y dijo maestro:. – ¡Estás muy enfermo, maestro. ¿No tienes nada que decir a tu discípulo?. – ¿Mi lengua aún esta ahí?. – ¡Está!, respondió El discípulo .. – ¿Mis dientes están ahí?, preguntó el anciano. – ¡No!, replicó El,discípulo . – ¿Y sabes por qué?, preguntó el maestro. – ¿No será que la lengua dura más tiempo por ser más blanda? ¿Y que los dientes, por ser duros, por ser rígidos, se caen antes?, contestó El,discípulo. – ¡Sin duda!, dijo el maestro – acabas de resumir todos los principios relativos al mundo. – ¡No necesitas más mis enseñanzas!.
Nadie se sienta en una tabla por mucho tiempo, ya que su cuerpo no resiste y se cansa, por eso se busca un cojín para poder aguantar mucho sentado. Así es es la vida debemos sentarnos sobre nuestra mansedumbre, para poder resistir las debilidades y descansar. Cuando sabemos descansar en Dios , podemos entender la vida con una mejor respuesta, ya que sabremos poder estar confiados que El es fiel para mantenernos tranquilos ante las adversidades que se nos presente. Hoy vivimos en un mundo donde la falta de tolerancia se ha perdido en muchas personas. Las crisis mundiales debido a la pandemia ha echo que muchos vivan una vida de incertidumbre. Mas si lo vemos a travez de la Palabra del Gran Libro. No debemos preocuparnos ni alterarnos por lo que sucede, ya que todo esto ocurre con el propósito de que se refleje la voluntad de Dios, en el camino de la salvación. Esto hablo Jesucristo.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. Mateo 11:29.
El poder desarrollar la mansedumbre, te da el privilegio de poder vivir una vida apacible, ya que su corazón no se afecta rápidamente ante las circunstancias que vivas. Por esto el carácter manso, acepta órdenes razonables con facilidad y le predomina la humildad para poder ver a su prójimo con amor y verdad. Ser manso nunca debe confundirse con ser tímido. ¡Un espíritu tímido es exactamente lo opuesto a un espíritu manso! . La tranquilidad que acompaña la mansedumbre es el resultado de la confianza de uno en el Señor, mientras que la tranquilidad de la timidez es el resultado de la falta de confianza en uno mismo.
Esto dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir. ¡Ah, si solo hubieras hecho caso a mis mandatos! Entonces habrías tenido una paz que correría como un río manso y una justicia que pasaría sobre ti como las olas del mar. Isaías 48:17 -18
Para lograr un espíritu manso, es alcanzando la sabiduría de Dios que nos da la capacidad de discernir los tiempos y la sazones de la vida. Para esto es necesario aprender a reflexionar sereno y con una buena conciencia. Siendo conscientes y entendidos, para que la paz se manifieste en la seguridad del Supremo.
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría. Santiago 3:13 .
Descansa en Dios y nada afectara tu vida espiritual , que es la que te sostendrá en medio de cualquier tribulación. No permitas que nadie ni nada te robe tu paz y muestra siempre un espíritu manso, con el cual podrás tener una confianza en ti mismo.
Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Gálatas 6:1.
Un caballo campeón es manso y obedece. Un hombre manso es capas de alcanzar el éxito por que entiende la vida.
ORACIÓN .
Señor. Ayúdame a tener la capacidad de aprender a ser manso, sabiendo que así practicaré la humildad de corazón, para descansar en ti y mirar al prójimo como a mi mismo. Amén.