Cuando el sentido de posición nos atropella, las tormentas se hacen mas fuertes y se pierde la calma. Solo la serenidad nos permite ver lo imposible como posible, lo justo en contra de lo injusto, la verdad en contra de la mentira.
La serenidad es el valor de mantener la calma en medio de la dificultad. Se trata de la característica de aquel o aquello que está o que es sereno. Aquellas personas que vemos por la calle sonriendo y reflejando armonía a otros son las que realmente desarrollan este valor, son, motivando a los demás a vivir bien y generando sonrisas, cuando ellas mismas atraviesan un momento crucial en sus vidas y a lo mejor en su interior hay rastros de tristeza. Además son capaces de estar en medio de un momento difícil y mantener la cordura para estabilizar su interior, para ayudarse a sentir paz.
El que retiene sus palabras tiene conocimiento, y el de espíritu sereno es hombre entendido.(Proverbios 17:27).
La serenidad es una sensación de bienestar que nos permite focalizar las cosas que suceden a nuestro alrededor desde un costado más activo. Debemos tener en cuenta que cuando estamos calmados, podemos responder ante cualquier situación por difícil que sea, sin dejarnos llevar por los sentimientos o emociones, así podremos estar estables ante cualquier reacción sin alterarnos. Todo es cuestión de control emocional y estar en una actitud correcta y pacifica. Es primordial trabajar con uno mismo para poder encontrar esta calidad o actitud sin caer en la inquietud que nos estorba muchas veces por el día a día que llevamos o por situaciones inversas de la vida.
Un hombre dejo su hogar para dar comienzo a un prolongado viaje en busca de la serenidad. Así recorrió pueblos y ciudades; atravesó bosques y desiertos; visitó comunidades espirituales y monasterios; caminó junto a peregrinos y permaneció junto a ascetas en sus ermitas. Buscaba sin tregua, dejando atrás la familia, el trabajo, los amigos rutina cotidiana. Buscaba un maestro que pudiera impartirle una enseñanza para hallar la tan ansiada paz interior. Por fin tuvo noticia de un sabio maestro espiritual y se dirigió hacia donde moraba. Cuando se presentó ante el maestro, le dijo: – Venerable mentor, he viajado incesantemente en busca de claves para hallar la serenidad interior. He dejado mi trabajo, mi familia, mis amigos… Llevo meses y meses viajando por muchos países. -¿Para qué tanto esfuerzo inútil? -le preguntó el maestro. ¡Qué gasto de tiempo y energía! . El buscador se quedó perplejo y desencantado. – Pero, señor… -acertó a balbucear. El maestro declaró: -¿Tan ofuscada está tu mente que dejas un tesoro fabuloso y te vas a dar vueltas de aquí para allá? .Nada puedo entregarte ni enseñarte que no puedas obtener en tu vida cotidiana. No tienes que dejar tu hogar, ni tus amigos, ni tu trabajo, ni tu vida habitual. Lo que tienes que dejar, y de una vez, es tu sentido de posesión, tu apego, tu visión incorrecta y tus engaños mentales. Eso puedes hacerlo estando en tu casa, sin necesidad de abandonarlo todo, cuando lo que debes abandonar son los oscurecimientos de la mente. Deja de dar vueltas , regresa a tu casa y emprende allí el trabajo interior que te conducirá hacia la paz que anhelas.
Las personas serenas logran pensar antes de decidir y no se sienten demasiado asustadas, preocupadas o ansiosas por el porvenir. Tampoco se recuestan en la infelicidad del pasado, ni fantasean posibles catástrofe. Por esto no permitas que el estrés desequilibre tu vida. Relájate piensa o apártate de todo lo que te quite la paz interior. No le des vueltas a la vida en tú interior.
Y El les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe? Entonces se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. (Mateo 8:26).
Recuerda que Dios esta para darnos paz y así estar con una vida serena y en paz. Solo debemos meditar en sus promesas el cual El es justo para cumplirla para quienes creen en su Palabra. Jesucristo hablo de ese tema y nos envío el Espíritu Santo con ese propósito.
Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho. »Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. Juan 14:26 -27.
Suelta de hacer mil cosas a la vez, has una a la vez, así estarás sereno y calmado. Sin dejarte atropellar por el afán. Por esto:
La serenidad es la calma de tu mente, para estar seguro y confiado en medio de cualquier tormenta.
ORACIÓN .
Señor. Ayúdame mantener la calma en mi mente, sabiendo que tu me ayudarás en desarrollar una fe, que me hace estar seguro en cualquier adversidad. Para tener paz y serenidad en mi corazón. Amén.