CUANDO EL CORAZÓN HABLA.

Con el corazón se siente, se vive, se relaciona, se entrega y se comparte los grandes sucesos de la vida. Por esto, el corazón marcará el tiempo de amor que entreguemos, comunica lo que sentimos y le deja cicatrices de lo vivido.

Se dice que alguien tiene una corazonada cuando presiente que algo va a suceder. En principio, la corazonada no tiene relación con ninguna capacidad sobrenatural sino que se trata de una intuición inexplicable desde un punto de vista estrictamente racional. En este sentido, la acción de presentir tiene unas características extrañas, ya que con ella se proyecta una acción futura que no puede ser conocida. Esto no quiere decir que el hecho de tener una corazonada sea algo irracional, pues puede tener un componente lógico y basado en la experiencia.

Así como el rostro se refleja en el agua, el corazón refleja a la persona tal como es. Proverbios 27:19

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que el poseía el corazón mas hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni marcas ni rasguños. Si, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto, al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón mas hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acerco y dijo: “¿Por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?. Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, este estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y estos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogió, ¿Cómo puede el decir que su corazón es más hermoso? pensaron. El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echo a reir. -“Debes estar bromeando,” -dijo. -“Compara tu corazón con el mío… El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.”- “Es cierto,” dijo el anciano, “tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo…Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregue todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido. “Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos – dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.”- “¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?”. El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con el tapo la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho mas hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

Nuestro corazón se forma con el tiempo de grandes vivencias, la cual nos permiten crecer en el amor de cada una de ellas, cuando somos conscientes de lo vivido. Cada experiencia ya sea buena o mala se incierta en el sentimiento mas profundo de nuestro corazón, dejando huellas de vivencias , con el cual crece la belleza de la maduración y de la sabiduría.

Pues la sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría. Proverbios 2:10 .

El mayor tesoro del hombre se guarda en el corazón , este es el cofre de la vida y es donde Dios quiere asegurarte su amor, para brindarte una vida en abundancia y bendición. Mas lo que confiesas de tu boca, es lo que el corazón comunica.

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca. (Lucas 6:45).

Nuestro corazón determina nuestro sentimientos, pero de igual manera en el quedan reflejadas las cicatrices de lo vivido. Por esto cuida tú corazón , el es el que esparcía vida y aliento a nuestro ser.

ORACIÓN

Señor. Ayúdame a ver lo más profundo de mi corazón, para ser formado en cada vivencia y poder entender cada momento de mi vida, el cual quedarán marcadas en mi corazón. Amén

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