Cuando la cizaña crece juntamente con el trigo, podremos distinguir con el tiempo el uno del otro, ya que en una hay fruto y en el otro hay solo maleza. Así son muchas veces las relaciones, con el tiempo sabremos del buen amigo que hay que conservar, y del que es desleal para apártanos de el.
En la vida se nos presenta en ocaciones relaciones, quien esta de acuerdo con lo que hacemos, pero también encontraremos que están a nuestro lado con otras intenciones de sacar provecho y en muchas ocaciones de abusar de la relación. Estos por lo general debemos de hacerlos a un lado ya que son perjudiciales para nuestro bienestar.
Más debemos de igual manera descansar en la justicia del Señor, el cual podrá mostrarnos el resultado final de lo que está pasando, para poder saber como mantener los limites en las relaciones. El nos da la oportunidad de saber que en la vida vamos a tener relaciones que afectarán nuestros ánimos. Mas de igual nos mostrará el buen amigo el que verdaderamente es valioso para conservar una buena amistad con el.
El problema está en que, cuando hay un grupo de personas buscando la manera de superarse siempre se cuela alguien con diferentes propósitos, y en vez de motivar y motivarse a si mismo por el esfuerzo de los demás, comienza a desanimar a los otros. Comienza a usar palabras de desaliento, negativas, que en vez de hablar de las cosas positivas que pueden ocurrir si ellos continúan la lucha, habla de cosas negativas como “el tiempo que se toma, el dinero que hay que invertir, ¿qué van a hacer si no da resultado?, eso no va a funcionar, etc.” Entonces, ¿Qué podemos hacer si algo así ocurre?
Dios sabe del hombre justo y del injusto que estos crecen juntos mas al final El los separa para darle la justicia a cada uno según su fruto.
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?. El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?. El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Mateo 13:24-30.
Tomar la enseñanza de la parábola. No saquemos a esa gente negativa, porque su negatividad se puede convertir en un reto para seguir luchando más. Su negatividad nos hará trabajar mas fuerte para demostrarle lo contrario. Y al final, la persona negativa se marchará por su propia cuenta, porque la vergüenza no lo dejará estar entre los triunfadores.
Ahora debemos de aprender a separar con quienes nos juntamos , ya que no todos son buenos hay quienes pueden allegarse con intenciones perversas y malas. Por esto aprender de Jesucristo quien sabe distinguir entre los peces buenos y malos, cuando echa la red.
»También el reino del cielo es como una red para pescar, que se echó al agua y atrapó toda clase de peces.
Cuando la red se llenó, los pescadores la arrastraron a la orilla, se sentaron y agruparon los peces buenos en cajas, pero desecharon los que no servían. Mateo 13:47-48.
¿Eres trigo o Cizaña?. ¿ eres un pez bueno o de los que no sirves? . Solo tu podrás verlo con tu comportamiento, si haces el bien recojas frutos, si haces el mal serás desechado.
Saber conservar una relación es muy importante, pero para ello se necesita: poder comprender, ser paciente, saber que el amor cubre multidud de faltas, poder entender la importancia del perdón y sobre todos poder sobrellevar la relación. A si sabras cual es el verdejo amigo. Siempre encontramos gente con buenos y malos propósitos, mas debemos aprender a distinguirlos con el tiempo.
ORACIÓN
Señor. Ayúdame a ver los frutos de Tu campo, sabiendo que podré descubrir los frutos buenos y desechar aquellas que están podridas. Así descubriré los buenos amigos y sacare los que son perjudiciales a mi vida. Amén