Porque miras tanto las costumbres y te aferras a ellas, envolviéndote en las religiones. En vez de ser sincero contigo mismo, para poder prestarle atención a Dios.
Muchos conocen a Dios como conocen al vecino de toda tu vida, sabe donde viven saben , como se llama mas no tienen una relación con el. Mas el Señor quiere entrar a tu casa y tener una relación personal contigo, quiere saber de tus necesidades, proyectos y propósitos, para ayudarte a ser formado en la vida. Se vive en un mundo donde cada dia , las personas se apartamos más y más de la voluntad De Dios; se dejan arrastrar por el modernismos con fábulas de la creación y adoración a dioses, que se hacen y adoran. Hay quienes adoran más el trabajo por sus ganancias, lo que han conseguido, y aún le prestan mas atención y aman lo que poseen mas que al propio Dios. Están llenos de el dios de la vanagloria y se hartan de si mismo. Ahora obedecerle a Dios, consiste en creerle a sus palabras, siendo hacedor de sus ordenanzas, poniéndola en práctica en la vida. Hay quienes se aferran a las tradiciones y las costumbres, con que fueron criados por sus padres; sin entendimiento y siguiendo las religiones, más que a Dios, por su poco conocimiento son llevados a estar atados a preceptos impuestos por el hombre, para justificar que están haciendo lo agradable a Dios. Muchos van a los templos y los ves vestidos de religiosidad, pero cuando salen de el, son otras personas completamente diferentes en su forma de vivir y actuar. Y no viven lo que aprenden de Dios. Por esto, cuando Le prometas a Dios algo lo cumplas, que prometerle y no cumplir. La vida con Dios, consiste en una relación personal, tu eres el templo del Espíritu Santo, por lo cual lo tienes que cuidar con sinceridad y obediencia en tu forma de vivir. Poderte arrepentir de tu desobediencia y cambiar tu forma de actuar a diario para con Dios y el prójimo, haciendo el bien de adentro para fuera.
Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle. (Mateo 21:28-32)
La hipocresía para con Dios es el mayor pecado de la desobediencia. Más la sinceridad con El es el caminar a diario con Dios abriéndole la puerta de nuestra vida como creyente.
Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas. Y les dijo: Escrito está: “Mi casa sera llamada casa de oracion”, pero vosotros la estáis haciendo cueva de ladrones. Y en el templo se acercaron a El los ciegos y los cojos, y los sanó.(Mateo 21:12-14)
La obediencia a Dios es pensar y después actuar; pero no es actuar sin pensar, para no obedecer. Cuando aprendes analizar bien tu interior y sacas lo que te destroza, entonces le obedecerás a Dios para que El actúe en tu vida. Invita a Jesucristo a cenar a tu hogar interno.
ORACIÓN .
Señor Dios Padre. TU me has llamado hijo con el propósito de que te obedezca y pueda ser diligente con tus estatutos y mandatos en mi vida, para hacer Tu voluntad y no la mía. Amén.