EL HOMBRE PRUDENTE Y EL INSENSATO

Cuando somos coherentes en poder prevenir las dificultades con la razón, estaremos de acuerdo con la sensatez. Más si somos ligeros para actuar o perezosos para obrar, nos cubrirá la imprudencia.

Cuando analizamos la prudencia y la insensatez, encontraremos una gran diferencia entre estas dos palabras, podemos determinar que es una forma de proceder distintas de las personas.

Hallé lo que cualquier diccionario explica: “Prudencia es discernimiento entre lo bueno y lo malo, para seguirlo o huir de ello”. En otras palabras, es la capacidad de distinguir, de diferenciar entre lo bueno y lo malo,… ¡para actuar! La prudencia no es solamente discernir, no es solamente darse cuenta, sino que incluye una acción que sigue a ese darse cuenta. ¡Actuar de acuerdo con lo discernido! Prudencia es ver y obrar par bienestar.

Todo hombre prudente obra con conocimiento, pero el necio ostenta necedad. (Proverbios 13:16).

¿Y un “insensato”? Es uno que no posee la sensatez; que habla u obra sin ella. Uno que no razona, que juzga, que no compara sana o correctamente. Y que luego, por supuesto no obra de acuerdo al buen juicio.

La necedad es alegría para el insensato, pero el hombre inteligente anda rectamente. (Proverbios 15:21).

Ahora por que hablar de ellas dos, ya que son estos comportamientos diferentes. Y es por que en muchas ocaciones no logramos nuestros objetivos por no razonar prudente mente, por no darnos el tiempo de prepararnos o estar dispuestos y persividos, antes las circunstancias que nos rodean. Somos insensatos con nosotros mismos, dejándonos arrastrar por la pereza, que nos limita a no estar dispuestos a actuar en el momento necesario, para determinar nuestro camino hacia el futuro. Más cuando la prudencia nos acobija, sabremos dar pasos cautelosos ante la vida, no actuamos por emociónes, si no que razonamos con nuestros pensamientos estables ante las adversidades, siendo conscientes de las circunstancias, para poder determinar calmadamemte, con intelegencia y estar preparados con tiempo ante la situación que definirán nuestro futuro.

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! . Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. (Mateo: 25:1-13).

Con prudencia se llega al objetivo que determinamos en la vida, con insensatez nos desviamos de ellos.

Y el Señor dijo: ¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos para que a su tiempo les dé sus raciones? (Lucas 12:42).

El invierno llega con un gran frio. El prudente se acobijara sin sentirlo y dormira. El Insensato pasara por mal momentos y desvelos.

ORACIÓN

Señor. Aparta de mi todo uso de razonamiento insensato que no me deja ver tus bendiciones. Ayúdame a poder ser prudente ante las circunstancias que me presenta la vida, para actuar con el conocimiento adecuado. Amén.

Compartir:

Deja un comentario