El que anda a la carrera termina siempre cansado. El tiempo corre rápidamente y no se detiene; más nosotros tenemos la oportunidad de poder hacer pausas y pensar bien lo que hacemos.
Solemos andar de prisa en la vida, no levantamos como motores encendidos a toda velocidad, dejándonos influenciar por el afán y la ansiedad.el mundo con su tecnología esta haciendo que las cosas se vuelvan mas rápidas, ejemplo hoy en día el internet a revolucionado la forma en que obtenemos la información, de igual manera ya muchos no tienen que ir a las tiendas por que es mas rápido seleccionar y comprar por las redes. De ahi que somos capaces de olvidar lo que somos, por andar en la prisa de lo que tenemos, la prisa nos hace mas brutos ya que no sumamos y restamos con la mente si no con la maquinas, primero nos acordábamos de los números de teléfono y hoy ni nos acordamos del numero de teléfono de nuestra esposa. Por que es mas fácil marcarle por el sistema de favoritos.
El entusiasmo sin conocimiento no vale nada; la prisa produce errores. La gente arruina su vida por su propia necedad, y después se enoja con el Señor. Proverbios 19:2-3.
Se dice: ” De las carreras no queda sino el cansancio”, y la verdad que cuando andamos de prisa no nos damos ni cuenta quien esta en nuestro alrededor. Solo queremos llegar al objetivo, no importando a quien me lleve por delante. Te presento esta historia para que pienses y puedas tener una pausa en la vida.
José iba en su nuevo Jaguar a mucha velocidad un poco tarde para el trabajo. Su Jaguar rojo y brillante era una de sus mas preciadas posesiones. De repente un ladrillo se estrella en la puerta trasera. José frenó el carro y le dio marcha atras hasta el lugar de donde había salido el ladrillo. Se bajó del cochey vio a un niño en la acera y que lo agarra y lo sacude y que le grita: ¿Qué demonios andas haciendo? Te va a costar caro lo que le hiciste a mi coche! ¿Por qué tiraste el ladrillo?” . El niño, llorando, le contestó “Lo siento, señor, pero no sabía qué hacer. Mi hermano se cayó de su silla de ruedas y está lastimado, y no lo puedo levantar yo solo. Nadie quería detenerse a ayudarme!”. José sintió un nudo en la garganta y fue a levantar al joven a su silla de ruedas, y revisó que las raspadas eran menores, y que no estaba en peligro. Mientras el niño empujaba a su hermano en la silla de ruedas hacia su casa, José caminó lentamente a su Jaguar, pensando. José nunca llevó el carro a reparar, dejó la puerta como estaba, Para hacerle recordar que no debía ir a través de la vida tan aprisa que alguien tuviera que tirarle un ladrillo para llamar su atención.
Qué tal contigo, ¿has recibido algún ladrillazo últimamente?, ¿o te has dejado llevar por la prisa y las carreras, con que quieres andar en tu vida?.
¿Has visto alguna vez una salida del metro, en la hora de trabajo?. La gente va de prisa arrastrándose por delante a quien pase por su camino. Quiero imaginarme que muchos de ellos van cojidos de la tarde, ya que no tubieron la precaución de salir temprano de la casa, y suelen echarle la culpa a otros de su desorganización.
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada. (Lucas 10:41-42).
El correr de prisa y con afán, solo va dejar en nosotros cansancio y angustias. Perdiendo el objetivo del destino.
Mas quiero decirte que el Señor si viene de prisa para su regreso. El nos mostrará el gran día. ya que el mundo con su afán se olvido de sus principios.
»Ese terrible día del Señor está cerca. Viene de prisa, un día de llanto amargo, un día cuando aun los hombres fuertes clamarán. Será un día cuando el Señor derramará su ira, un día de terrible aflicción y angustia, un día de ruina y desolación, un día de oscuridad y penumbra, un día de nubes y de negrura, un día de sonido de trompeta y gritos de batalla. ¡Caen las ciudades amuralladas y las más sólidas fortificaciones! »Por haber pecado contra el Señor, los haré andar a tientas como el ciego. Su sangre será vertida en el polvo y sus cuerpos quedarán pudriéndose sobre la tierra». Ni su plata ni su oro los salvará en el día de la ira del Señor. Pues toda la tierra será devorada por el fuego de su celo. Él dará un final aterrador a toda la gente de la tierra. Sofonías 1:14-16.
Por esto has una pausa y medita como está tú relación con el Supremo, par que no te arrastre la prisa de un mundo pecador. Ya que el Mesías regresa a salvar a sus escogidos, aquellos que tuvieron la oportunidad de arrepentirse de sus pecados y buscaron la verdad de Su Palabra.
ORACIÓN .
Señor. Ayúdame a poder organizarme en mi tiempo, para andar en pasos seguros y serenos a mi destino, no dejes que el afán ahogue la paz de mi corazón. Amén.