EL HOMBRE ACAPARADOR.

No trates de hacer muchas cosas a la vez. Has una a tiempo y veras que bien te van a salir. Mas vale poco y bien hecho, que demasiado y de mala calidad.

Todos los niños contentos después de un largo verano de vacío es, regresaban a las escuelas. Al ser el primer día, la maestra llevó a clase un bote lleno de chucherías para dar la bienvenida al nuevo curso escolar. Uno de los alumnos salió el primero corriendo hacia los dulces. Una vez que cogió todas las dulces que pudo, al intentar sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo. El niño lloraba y lloraba amargamente, pero un amigo que estaba cerca le dijo: -Confórmate con coger solo la mitad y así podrás sacar la mano con los dulces.

Se dice que: ” el que mucho abarca, poco aprieta”.

Esto su e suceder muchos cuando pretendemos en alcanzar hacer muchas cosas en poco tiempo, sin meditar lo que puede suceder. Hay quienes tratan de obtener más cosas de lo que los demás desean, tratan de recojer mucho más de lo que pueden manejar, estos síntomas de avariciar o de tratar de abarcar más de lo que pretende alcanzar, conllevan a la persona al egoísmo, trayendo como resultado sufrimiento interno de frustración.

Por lo general el acaparador es manipulador de la situación, que lo conlleva a sentirse mejor que los demás. El acaparador no piensa en los demás, sino en si solo. Esta dispuesto a conseguir lo que obtiene sin importar el resultado. De ahi que el que sufre de este síndrome, nunca se verá feliz con lo que posee, porque en su interior no hat paz, ya que su vacío interno lo trata de llenar con la materia y no con lo espiritual.

He notado otro gran problema bajo el sol: acaparar riquezas perjudica al que ahorra. Se invierte dinero en negocios arriesgados que fracasan, y entonces todo se pierde. A fin de cuentas, no queda nada para dejarles a los hijos. Todos llegamos al final de nuestra vida tal como estábamos el día que nacimos: desnudos y con las manos vacías. No podemos llevarnos las riquezas al morir. Eclesiastés 5:13-15.

El trastorno de acumulación compulsiva es una dificultad continua para tirar o deshacerse de pertenencias porque la persona cree que necesita guardarlas. Puedes sentirte angustiado ante la idea de deshacerte de los objetos. Comienzas a guardar o acumular progresivamente una gran cantidad de objetos, independientemente de su valor real. Esto es llenarse de mucho sin disfrutar nada de lo que posee, y al final de tu vida otro lo disfrutará.

Sin embargo, «es mejor tener un puñado con tranquilidad que tener dos puñados con mucho esfuerzo y perseguir el viento». Eclesiastés 4:6

No seas egoísta, avaricioso y escoge solo aquello que necesites. Cuando trabajas para el bien común, recoges bendiciones de prosperidad. Mas si solo te miras , solo te acuestas.

Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes.(Lucas 12:15).

Es mejor poco que podamos controlar, que muchos que se nos salga de las manos. Si recoges mucho obsesivamente se te caen de la manos. Solo toma lo que puedas apretar.

Entonces, ¿qué gana la gente con tanto esfuerzo y preocupación en esta vida?. Sus días de trabajo están llenos de dolor y angustia, ni siquiera de noche pueden descansar la mente. Nada tiene sentido. Entonces llegué a la conclusión de que no hay nada mejor que disfrutar de la comida y la bebida, y encontrar satisfacción en el trabajo. Luego me di cuenta de que esos placeres provienen de la mano de Dios. Eclesiastés 2:22 -24.

Disfruta y vive feliz mientras vivas, ya que del afán solo queda el cansancio.

ORACIÓN .

Señor. Muéstrame lo que pueda controlar y no me de más de lo que mi ser no pueda responder. ayúdame a ser equilibrado con lo que obtengo, para aprender a ser feliz en la vida. Amén.

Compartir:

Deja un comentario