No son los colores los que determinan la imencidad del firmamento, si no el amor de Dios que no discrimina a nadie, para que todos los seres del mundo disfruten de su belleza.
Había una vez una familia de hormigas formada por la madre, el padre y su dos hijitas. Pronto se acercaba el invierno, así que toda la familia salió en busca de comida ya que si no morirían. Paseando por el prado, se encontraron con otra hormiga, pero esta no era de su misma especie, ya que era de color rojo y le faltaban dos patitas. Angustiada, la hormiga roja les pidió ayuda para que la llevasen hasta su casa, ya que podría morir enterrada por la nieve. La madre hormiga rotundamente dijo que no, ya que no pertenecía a su especie y si se enteraba el resto de hormigas negras podrían echarle del prado. Así que la familia siguió su camino, pero una de las hijas no pudo aguantar y se dio la vuelta para ayudar a la hormiga roja, aun sabiendo que podrían echarla del prado para siempre. Una vez llegaron las dos a la casa de las hormigas rojas, estas sorprendidas por la solidaridad de la hormiga negra, le regalaron toda la comida que tenían. Gracias a esta recompensa, la familia de la hormiga negra pudo sobrevivir todo el invierno gracias a la familia de hormigas rojas.
No hay que prejuzgar ni discriminar a otros por su raza o por su condición fisica, o economía o religión, algo muy importante en la vida, hay que ser entendidos y tolerantes ante lo perjuicios de la sociedad y no señalar a los demás por lo que puedan ser.
Por ejemplo, supongamos que alguien llega a su reunión vestido con ropa elegante y joyas costosas y al mismo tiempo entra una persona pobre y con ropa sucia. Si ustedes le dan un trato preferencial a la persona rica y le dan un buen asiento, pero al pobre le dicen: «Tú puedes quedarte de pie allá o bien sentarte en el piso», ¿acaso esta discriminación no demuestra que sus juicios son guiados por malas intenciones?. Escúchenme, amados hermanos. ¿No eligió Dios a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe? ¿No son ellos los que heredarán el reino que Dios prometió a quienes lo aman. ¡Pero ustedes desprecian a los pobres! ¿Acaso no son los ricos quienes los oprimen a ustedes y los arrastran a los tribunales?. ¿Acaso no son ellos los que insultan a Jesucristo, cuyo noble nombre ustedes llevan?. Santiago 2:2 -7.
La Discriminación es un acto de agresión, en el que se excluye a una persona de un grupo social, bien sea por sus características físicas, por que presente algún tipo de enfermedad o lesión notoria, o porque no cumpla con lo establecido dentro de la ética del grupo. Los actos discriminatorios afectan a la sociedad de una manera negativa, contraen a personas y debilitan su autoestima, forman malas conductas en la sociedad y crean barreras de racismo en ella. La discriminación hoy en día en muy discutida, ya que existen entes sociales y entidades públicas que hacen leyes encargadas de controlar estos actos, pero aun así en tiempos donde la seguridad es primordial existen focos en la ciudadanía que discriminan, que no aceptan a todos por igual y que fundamentan bases racistas y negativas. Podemos hablar de la discriminación racial, pero la que ha afectado al mundo en su gran parte es la religiosa. Donde Le hemos puesto apellido a Dios, nos basamos más en la costumbres y formación, que una sinceridad. Dejando atrás una ley de oro que está en todas las religiones del mundo:
” Amarás a tu Dios con todo tu corazón y fuerzas y al prójimo como a tu mismo”.
A él no le importa la grandeza que pueda tener una persona y no presta más atención al rico que al pobre, él creó a todos. Job 34:19
Si la observamos de verdad y la practicamos, no existiría la discriminación, ni por razas, por burocracia, color, religion, etc. Lo que más se practica en la sociedad actual, es la forma fácil de pecar y desobedecer a Dios.
Pero aún Dios si nos arrementimos, no nos discrimina, si no que nos perdona. ” El ama al pecador pero no al pecado”.
Y El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?. Respondiendo él, dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente; y a tu projimo como a ti mismo. Entonces Jesús le dijo: Has respondido correctamente; haz esto y viviras. (Lucas 10:26-28).
La discriminación en realidad es un orgullo egocéntrico de aprender aceptar a las otras personas. Mas recuerda tu no eres mayor que nadie y tu fin es el mismo que el de lo demás cuando mueres .
ORACIÓN
Señor. concédeme la sabiduría y el entendimiento para amar al prójimo como a mi mismo, sabiendo que esto producirá vida en mi ser y llenará mi corazón de amor. Amén.