POR QUE DESEAR MAS DE LO INNECESARIO.

Desear y obtener sin tener necesidad es un absurdo de la vida, que deja una gran diferencia en el malgastar y el orden. El apasionamiento y la conciencia clara de qué es lo que queremos marca la diferencia entre necesidad y deseo.

La sociedad, la familia, las comunidades… presentan normas y principios de convivencia atendiendo al “bien común”, mientras que cada uno de nosotros tiende a buscar la manera de satisfacer sus propias necesidades y deseos. En ocasiones, ambos polos coinciden y encontramos entonces el equilibrio y la satisfacción. Pero, a veces, los intereses y las normas sociales chocan con nuestras propias necesidades y deseos. Pero, si nuestro deseo choca con los principios que hemos interiorizado durante nuestra infancia, surgirá un malestar.

»Pero no, mi pueblo no quiso escuchar. Así que dejé que siguiera sus tercos deseos, y que viviera según sus propias ideas. Salmos 81:11 -12.

Es cierto que nos sentiremos infelices, ya que, cada vez que no obtenemos lo que deseamos, experimentamos frustración, pues es el sentimiento que nos indica que hemos renunciado a algo y que necesitamos poner nuestras estrategias al servicio de la renuncia. Esto te conllevara a caer en la terquedad de ser pretencioso.

Pero si no tenemos actualizado nuestro código interno –nuestros introyectos– nos resultará realmente difícil tener claro cuál es la decisión que queremos tomar.

Había una vez un perro, que estaba cruzando un lago. Al hacerlo, llevaba una presa bastante grande en su boca. Mientras lo cruzaba, se vio a si mismo en el reflejo del agua. Creyendo que era otro perro y viendo el enorme trozo de carne que llevaba, se lanzó a arrebatársela. Decepcionado quedó cuando, por buscar quitarle la presa al reflejo, perdió la que el ya tenía. Y peor aún, no pudo obtener la que deseaba.

No hay que desear lo de los demás y debemos ser felices con lo que somos y con lo que tenemos, ya que como dice el dicho “la avaricia rompe el saco”. Tenemos que conformarnos con lo que tenemos, y no pedir o exigir más a nuestros padres, sino queremos que nos pase lo que al perro. El tratar de acaparar para aparentar ser mejor que otros, es un deseo engañoso al corazón, ya que solo podrás luchar con tu propio ego y serás una persona insatisfecha, esclava de tu orgullo, llenando de vanidad, envidia y codicia tu propia vida.

Pero las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas, y los deseos de las demás cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve estéril. (Marcos 4:19).

De ahi liberate tu mismo de los deseos que engañan tu vida y básate en los principios de un bienestar , que es poder ser feliz con lo que verdaderamente eres, así disfrutarás de lo que Dios te provee en paz.

Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón. Mateo 6:21

Si miras con ansiedad lo que los demás poseen y levantas la envidia de obtenerlo, entonces surgirá en ti una necesidad innecesaria por el apasionamiento. Más si te dejas llevar por tus capacidades lograras lo que pretendes. Se consciente de tu realidad y no pretendas competirle a la vida por un simple deseo.

ORACIÓN .

Señor, concedeme los deseo conforme a tu voluntad y principios. No me dejes llevar mi vida por el engaño de mi mismo, guardandome de codiciar lo de los demás. Amén.

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