Haz el bien, sin mirar a quien. La vida es una cadena de favores. Y todo lo que sembramos recogemos, por esto si lo prácticas, Dios siempre te ayudará.
Una hormiga trabajadora se encontraba reuniendo provisiones bajo el fuerte sol de verano a orillas del río. De pronto, el suelo bajo ella cedió, y la hormiga cayó al agua donde estaba siendo violentamente arrastrada. Desesperada, la hormiga gritaba. -¡Ayuda, socorro, auxilio, me ahogo!-. En eso, una mariposa se da cuenta de la situación de la hormiga y rápidamente buscó una ramita, la agarró con sus patitas y se lanzó hacia donde estaba la hormiga; tendiéndole la rama y salvándola. La hormiga muy feliz le dio las gracias y ambas siguieron su camino. Al poco tiempo, un cazador furtivo se acerca por detrás de la mariposa con una red; en silencio se disponía a capturarla, pero justo cuando ya tenía la red sobre la cabeza de la mariposa ¡sintió un piquete muy doloroso en su pierna! Gritando soltó la red y la mariposa al darse cuenta, salió volando. Mientras volaba, la mariposa desconcertada giró su cabeza para ver qué había herido al cazador, y se dio cuenta que era la hormiga a la que ese mismo día había salvado.
Sabías que la excelencia es un hábito? Sí, los hábitos no son nada más cosas malas y destructivas como fumar, comer mucha comida rápida o desvelarte muchos días de la semana, los hábitos también pueden ser buenos, productivos y saludables. De hecho, las personas más exitosas del mundo aseguran que gran parte de su éxito se debe más a sus hábitos de hacer lo bueno. Cuando aprendes a construir en tú vida , una de las mayores capacidades es aprender hacer el bien. Esto es hacer nuestra casa terrenal, con principios y valores de formación con la cual podremos recoger frutos de bendición de parte del Creador.
No dejes de hacer el bien a todo el que lo merece, cuando esté a tu alcance ayudarlos. Si puedes ayudar a tu prójimo hoy, no le digas: «Vuelve mañana y entonces te ayudaré». Proverbios 3:27 -28.
Hacer el bien nos conlleva a una vida saludable ante los demás, nos concede la capacidad espiritual para proceder en nuestra forma de actuar en la vida.
Haz el bien; cuando tomes decisiones, y el Espíritu te guiará. Serás una luz que brille la cual estará llena de resplandor en tu vida. Hacer el bien ; nos da paz para hacer lo bueno. Hacer el bien; nos llevará a estar seguros de nuestros hechos, demostrando el amor de Dios para con el prójimo. Haz el bien y la prudencia te guiará. Edifica sobre lo bueno y no permitas la discordia, evitando toda tentación. Pide que al Espíritu de Dios que te guíe y sigue siempre su inspiración hacia lo bueno y excelente.
»¡Amen a sus enemigos! Háganles bien. Presten sin esperar nada a cambio. Entonces su recompensa del cielo será grande, y se estarán comportando verdaderamente como hijos del Altísimo, pues él es bondadoso con los que son desagradecidos y perversos. Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo. Lucas 6:35-36
Cuando los buenos modales se forman en nuestra vida, entonces estamos poniéndonos los buenos hábitos de hacer el bien . Esto producirá la capacidad de valorar nuestra vida y el amor hacia el prójimo, es necesario estar disponible en el espíritu para hacer la voluntad del bien.
ORACIÓN .
Señor. Dame un corazón que pueda discernir hacer el bien, donde este la necesidad, que me acobije con la prudencia y me arrope con la generosidad. Amén.