NO TE ESTÉS JACTÁNDOSE DE TUS ÉXITOS.

No te enorgullezcas de tus resultados con mucha vanagloria; porque la vida te sorprenderá con profundas derrotas, cuando te estas acariciando y haciendo alarde de tus victorias.

Dos gallos luchaban para tomar el control del gallinero. Después de una intensa pelea, uno de ellos salió derrotado, y no le quedó otra alternativa más que esconderse entre los matorrales. El vencedor exhibiéndose orgulloso, se montó sobre uno de los postes de la cerca y comenzó a cantar a los cuatro vientos su victoria. Fue entonces, cuando a su espalda, un zorro que esperaba paciente dio un salto hacia la verja y de un mordisco feroz cazó al gallo ganador. Desde entonces, el otro gallo es el único macho en el gallinero.

Uno de mayores problemas que obtienen aquello que han llegado a la cumbre del éxito, no es lo que han logrado, sino de hacer Alarde de su exito. Alcanzar el triunfo sobre algo que te propusiste lograr es muy satisfactorio, pero creerte que por haberlo alcanzado nadie lo podrá lograr más que tú, es un alarde de vanidad, orgullo y egoísmo. Y es ahí donde esta el problema ya que cuando esto sucede estas a punto del fracaso inmediato. Te doy un ejemplo, muchas personas han llegado al la cumbre del éxito y empiezan a acariciarlo, con excéntridades, con lujos innecesarios, ogullo y vanidosos de lo que han logrado, lo muestran a todo el mundo. Pero en si están en muchas ocaciones vacíos por dentro, que tienen que recurrir a la droga, el licor y las excentricidades; quieren llenar todo esto con la aparencia que están bien por su triunfo, pero son personas tristes por que no se han encontrado en si mismo y un gran vació esta llenando sus vidas. El caso de Michael Jackson es un ejemplo patético, de quien hizo alarde de su exito lo toco y murió vacío con el. El éxito no se toca, se camina por el con humildad y sencillez, y siempre que lo logres mantendrás muchas más puertas abiertas y más cumbres que alcanzar. Ya que no es alcanzar el sueño, sin no poder ser visionario a los logros.

” El problema no es el dinero que has logrado, si no el amor con que lo vez”.

De ahi que si eres capaz de controlar tus éxitos con humildad, podrás ser constante en alcanzar otras cimas y mantenerte en un bienestar interno con alegría. Por esto:

¡ La felicidad de lo alcanzado no puede ser el alarde de lo obtenido. Si no una vida abundante de agradecimiento!.

La recompensa de la humildad y el temor del Señor son la riqueza, el honor y la vida. (Proverbios 22:4).

La humildad es una virtud que muy pocos practican, pero que todos deberían dominar. A quien hace alarde de sus propios éxitos, no tarda en aparecerle alguien que se los quita.

Jesucristo en su enseñanza les decía: Cuidaos de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y aman los saludos respetuosos en las plazas, los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes; que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación. (Marcos 12:38-40).

De ahi que la petulancia recrea un efecto en la vanagloria de un individuo que hace alarde de sus logros. Lo lleva a acariciar mas la materia y desvía sus miradas de quien verdaderamente fue el creador de su vida Dios. Estos no son agradecidos, si no orgullosos y petulantes. Mas no se dan cuenta que se están auto destruyéndose internamente en un vacío inalcanzable.

Presten atención, ustedes que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero». ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana? . La vida de ustedes es como la neblina del amanecer: aparece un rato y luego se esfuma. Lo que deberían decir es: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». De lo contrario, están haciendo alarde de sus propios planes, y semejante jactancia es maligna. Santiago 4:13-16.

El éxito es un camino constante y no se debe tocar ni hacer alarde de el, ya que cuando lo haces con jactancia perderás las visión y el rumbo.

Por lo tanto, como dicen las Escrituras: «Si alguien quiere jactarse, que se jacte solamente del Señor». 1 Corintios 1:31.

ORACIÓN

Señor concede la humildad, para poder entender el caminar por el éxito, sabiendo ser ejemplo de honestidad y sinceridad para mi ser interior, que se podrá reflejar con sencillez, en el mundo que me rodea con amor y paz. Amén.

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