ATRIBULADO MENTALMENTE.

Si piensas demasiado te preocupas, si te angustias te entristeces, si le das cabida a los miedos tu mente se atormenta. Por esto libértate tú mismo de lo que te limita a estar en paz, piensa en Dios y te dará descanso a tu alma.

Un estudiante psicología , se quejaba de que no podía meditar: sus pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole: “Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en paz”. El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de cavilar. No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones, a menudo inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza… El maestro entonces le dijo: “Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu mano. Ahora siéntate y medita”. El discípulo obedeció. Al cabo de un rato el maestro le ordenó: ”¡Deja la cuchara!”. El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente al suelo. Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó: “Entonces, ahora dime ¿quién agarraba a quién, tú a la cuchara, o la cuchara a ti?.

Nuestra mente es un campo de batalla, que nos conlleva a estar atribulado en nuestro interior y no nos deja avanzar. Por esto hay que soltar lo que nos limita. Una tribulación es el padecimiento espiritual o moral, un dolor o un martirio que sufre una persona, cuando una gran angustia se produce por algún evento; trayendo una gran adversidad, con la cual en muchas ocaciones no se puede soportar. La tribulación, es una cárcel de pesadillas vividas, que encierran a la persona en la angustia, dejando un sin número de problemas mentales, que le causan un efecto trascendental al sufrimiento.

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Salmos 139:23

Cuando nos sentimos atribulado por algo o por alguien, el temor se apodera de nuestro ser, el miedo toma control de nuestras emociones, dejándonos sentir reacciones de panico y asombro. Por el cual nuestra vida es afectada, ya que se pierde lo más valioso de nuestro ser interior, que es la paz en el corazón. Dejarnos atrapar de ella, nos causará un efecto trascendental en nuestra mente. Una de las grandes batallas mentales que atribulan a las personas es el miedo, este confunde, desestabiliza, atormenta, preocupa, saca a la persona fuera de si y sus atribulaciones causan pánico. Más si confías en el Señor, podrás descansar en paz y relajarte en tú mente. Usa la oración como una llave para entrar en toda esperanza, esta producirá una fe que te dará descanso a tu alma angustiada. Esto habla el Eterno como promesa:

No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. Isaías 41:10

Solo poder soltar las tribulaciones dependerá de nosotros, ya que abrimos la puerta a los pensamientos que nos agobia o se las cerramos con la palabra de Dios que es el candado para que no entren.

Venid a mí, todos los que estáis cansados y tribulados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. (Mateo 11:28-29).

Recuerden que hay una profecía sobre la tribulación de este mundo como señal de la venida del Mesias. Más si confiamos en sus promesas, nuestra vida estará en paz a pesar de.

Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?. Mirad, la hora viene, y ya ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:31-33).

Suelta lo que te atribulado en tu mente, y serás libre de tu encierro emocional.

ORACIÓN .

Señor. Guárdame de estar atribulado por mi mente, o por las cosas que sucedan en mi entorno. Ayúdame a saber descansar en ti, sabiendo que tu palabra es un remanente de bendiciones, que traerán paz y esperanza ami corazón angustiado. Amén.

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