No todo lo que podemos ver, concuerda con lo que se comprende. Ya que hay quiénes se visten de monjes, pero su actitudes son de lobos.
Una mujer estaba conduciendo su auto de prisa para llegar a su casa. Cuando el semáforo se puso amarillo justo cuando iba otro automovil a cruzar y como era de esperar, hizo lo correcto, se detuvo en la línea de paso para los peatones, a pesar de que podría haber rebasado la luz roja, acelerando a través de la intersección. La mujer que estaba en el automóvil detrás de él estaba furiosa. Le tocó la bocina por un largo rato e hizo comentarios negativos y vulgares en alta voz, ya que por culpa suya no pudo avanzar a través de la intersección… y para colmo, se le cayó el celular y se le corrió el maquillaje. En medio de su pataleta, oyó que alguien le tocaba el cristal de su lado. Allí, parado junto a ella, estaba un agente de policía mirándola muy seriamente. El oficial le ordenó salir de su coche con las manos arriba, y la llevó a la comisaría donde la revisaron de arriba abajo, le tomaron fotos, las huellas dactilares y la pusieron en una celda. Después de un par de horas, un agente se acercó a la celda y abrió la puerta. La señora fue escoltada hasta el mostrador, donde el agente que la detuvo estaba esperando con sus efectos personales. – Señora, lamento mucho este error —le explicó el agente–. Le mandé bajar mientras usted se encontraba tocando la bocina fuertemente, queriendo pasarle por encima al automóvil del frente, maldiciendo, gritando improperios y diciendo palabras soeces.
Mientras la observaba, me percaté de que: – De su retrovisor cuelga un rosario. – Su auto tiene una calcomanía que dice: “Jesús te ama”. – Su patente tiene un borde que dice “Amor y paz”. – En la parte de atrás hay una oblea que dice “La paciencia es la madre de las virtudes”. – Otra calcomanía que dice: “Practica la meditación”. – Y, finalmente, la imagen que dice: “Respeta al projimo”. ¡Como es de imaginarse… supuse que el auto era robado!
La Coherencia es aquella relación que es efectiva entre dos o más cosas, por lo general, la coherencia se aplica para describir aquella concordancia entre ideas y acciones de una persona, también para señalar aquellos movimientos o acciones que deben corresponder con lo que se considera normal.
Son características de la incoherencia: la ausencia de la verdad y la lógica entre palabras o frases, el uso de frases incompletas, los cambios bruscos del contenido temático, el uso de las palabras con significados particulares y las distorsiones entre la actitud de un buen comportamiento.
Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces. Mateo 7:15
Por otra parte, también se llama coherencia a la actitud consecuente de una persona en relación con una postura asumida anteriormente. En este sentido, cuando se dice que alguien es coherente, es porque se verifica que existe correspondencia entre su forma de pensar y de conducirse.
Pero en ocaciones somos incoherentes con lo que hacemos, ya que aunque mostramos una forma de ser en nuestro exterior, por dentro tenemos una actitud completamente diferente.
»¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues son como tumbas blanqueadas: hermosas por fuera, pero llenas de huesos de muertos y de toda clase de impurezas por dentro. Por fuera parecen personas rectas, pero por dentro, el corazón está lleno de hipocresía y desenfreno. Mateo 23:27-28.
Una persona debe llevar una conducta correcta en todo momento, basada en los principios familiares, sociales y espirituales aprendidos en el transcurso de su vida.
Si vivimos bajo este valor, somos capaces de cumplir con mayor eficacia nuestras responsabilidades, ya que somos honestos, responsables e integros; en nuestras relaciones personales es indispensable ser sinceros, confiables y ejercer un liderazgo positivo. A su vez, este valor es un medio para fortalecer nuestro carácter y desarrollar la prudencia con un comportamiento auténtico.
Esto es lo que Dios dice a toda la humanidad: “El temor del Señor es la verdadera sabiduría; apartarse del mal es el verdadero entendimiento”». Job 28:28
Pero cuando faltamos a estos principios, nos estamos haciendo incoherentes, necios y hipócritas, ante la realidad de la vida, queriendo disfrazarnos de lo que no hacemos y creemos. Ya que lo que reflejamos o predicamos no concuerda con nuestra actitududes y forma de actuar.
Es importante de ser coherentes entre lo que pensamos, lo que creemos, lo que decimos, y lo que hacemos.
¿Cómo puedes decir: “Amigo, déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo”, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo. (Lucas 6:42)
El coherente razona y hace que las cosas concuerden. El incoherente siempre las ve, pero las deja pasar.
ORACIÓN .
Señor. Concédeme la capacidad de ser honesto y coherente con lo que digo y hago, ya que esto es la verdad de mi vida. No dejes que las apariencias y la hipocresía toquen mi verdad, reflejando la Incoherencia en mi forma de vivir. Amén.