«Cuando ustedes ven que se forman nubes en el occidente, dicen: “Viene la lluvia”. Y tienen razón. Cuando sopla viento del sur, dicen: “Hoy será un día de mucho calor”. Y así sucede. ¡Necios! Saben interpretar las señales del clima en la tierra y en los cielos, pero no saben interpretar los tiempos presentes. Lucas 12:54 .
Muchos sucesos que están ocurriendo en el mundo, son las grandes señales que hablo Jesucristo, sobre su segunda venida y debemos estar preparados todo el año. EL dijo:
Oirán de guerras y de amenazas de guerras, pero no se dejen llevar por el pánico. Es verdad, esas cosas deben suceder, pero el fin no vendrá inmediatamente después. Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá hambres y terremotos en muchas partes del mundo. Sin embargo, todo eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más. Mateo 24:6-8
El echo de que Dios respete la libertad de las personas y a veces parezca ausente, precisamente para no coartar esa libertad, no significa que no lo sepa todo; al final Él va a pedir cuenta de las acciones de cada uno. Los creyentes, además de su vida personal son administradores de las cosas de Dios y, al tener gra responsabilidad, también tendrán gran exigencia. Todos los días de su vida deberán ser Santos. Hasta su regreso.
Los seguidores de cristianismo, muchos de ellos han puesto en el año varios días , donde recuerdan a Jesucristo; En la navidad lo hacen para tener presente su nacimiento y en Semana Santa la muerte expiatoria de Jesucristo, donde en muchos pueblos y ciudades celebra estos gran acontecimiento, que marcó a mucha humanidad.
Pero ahora es como una fiesta donde la mayoría toman unas vacaciones y se va a celebrar.
¿Más que decia Jesucristo sobre que fiesta se debería celebrar para estos dias?, ¿Sería que celebremos una semana Santa o una navidad ?. ¿O cual fue la fiesta que el verdaderamente El celebró, con sus discípulos?
Si vamos al Gran Libro, El llego a Jerusalen a celebrar la Pascua. Miren este pasaje.
El primer día del Festival de los Panes sin Levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:—¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?
—Al entrar en la ciudad —les dijo—, verán a cierto hombre. Díganle: “El Maestro dice: ‘Mi tiempo ha llegado y comeré la cena de Pascua con mis discípulos en tu casa’”. Entonces los discípulos hicieron como Jesús les dijo y prepararon la cena de Pascua allí. (Mateo 26:17-18).
La fiesta que el celebró no fue la semana Santa, fue la de la Pascua, en ella el reunió a los discípulos para tomar una cena, en conmemoración de un gran acontecimiento que se había realizado muchos años atrás, sobre la salvación del pueblo judío ante el faraón de Egipto, se llama el passover.
Ahora debemos de saber que la Pascua se debe celebrar de una forma diferente, para recordar el cuerpo y la sangre de Jesús, por el perdón de los pecados y la salvación del hombre. El diariamente esta presente en nuestras vidas, por el cual nos debemos santificarnos en todo momento.
Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva. (1 Tesalonicenses 5:23).
Ahora si queremos cenar de nuevo con El en su segunda venida, miren lo que expresó :
Mientras comían, Jesús tomó un poco de pan y lo bendijo. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo: «Tómenlo y cómanlo, porque esto es mi cuerpo».
Y tomó en sus manos una copa de vino y dio gracias a Dios por ella. Se la dio a ellos y dijo: «Cada uno de ustedes beba de la copa, porque esto es mi sangre, la cual confirma el pacto entre Dios y su pueblo. Es derramada como sacrificio para perdonar los pecados de muchos. Acuérdense de lo que les digo: no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre». Mateo 26:26-29.
Ahora si lo observamos como fiesta, es la Pascua la cual tenemos que celebrar, pero tomar una sola semana, para decir que es semana Santa, esto no concuerda con El Gran Libro; ya que para poder ser hijos de Dios y seguidores de Jesucristo, tenemos que mantener todos los días como Santos, y no sólo una semana.
Por lo tanto, vivan como hijos obedientes de Dios. No vuelvan atrás, a su vieja manera de vivir, con el fin de satisfacer sus propios deseos. Antes lo hacían por ignorancia, pero ahora sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es santo.
Pues las Escrituras dicen: «Sean santos, porque yo soy santo». (1 Pedro 1:14-1).
Ahora hay otro gran acontecimiento que se acerca, ya no es un nacimiento si no un regreso , que es su segunda venida, ya no nacerá si no que regresará por su pueblo en las nubes, para ser recibido visto desde los confines de la tierra. El dice que no celebremos su nacimiento si no que estemos preparados. Mira lo que hablo en esta parabola, de la importancia de mantenernos preparados y aguardando su venida. Que El mismo nos enseño. Para poder volvernos a sentar en la mesa con El.
El que ama debe cuidar ese amor para que no se pierda y para que aumente el calor y el fuego. “Tened ceñidas vuestras cinturas y las lámparas encendidas, y estad como quienes aguardan a su amo cando vuelve de las nupcias, para abrirle al instante en cuanto venga y llame. Dichosos aquellos siervos a los que al volver su amo los encuentre vigilando. En verdad os digo que se ceñirá la cintura, les hará sentar a la mesa y acercándose les servirá. Y si viniese en la segunda vigilia o en la tercera, y los encontrase así, dichosos ellos. Sabed esto: si el dueño de la casa conociera a qué hora va a llegar el ladrón, no permitiría que se horadase su casa. Vosotros, pues, estad preparados, porque a la hora que menos pensáis viene el Hijo del Hombre” (Lucas 12:35).
Si la espera es corta, es fácil estar atento a la llegada de Dios. Si se alarga, se puede debilitar la vigilancia; entonces entran las tentaciones y las componendas con el maligno. Es más fácil luchar una hora que mil, pero si se lucha cada hora como si fuese la última parece más fácil.
Los discípulos se inquietan por los peligros. “Y le preguntó Pedro: Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos? El Señor respondió: ¿Quién piensas que es el administrador fiel y prudente, a quien el amo pondrá al frente de su casa, para dar a tiempo la ración adecuada? Dichoso aquel siervo, al que encuentre obrando así su amo cuando vuelva. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel siervo dijera en sus adentros: mi amo tarda en venir, y se pusiera a golpear a los criados y criadas, a comer, a beber y a emborracharse, llegará el amor de aquel siervo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará duramente y le dará el pago de los que no son fieles. El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no fue previsor ni actuó conforme a la voluntad de aquél, será muy azotado; en cambio, el que sin saberlo hizo algo digno de castigo, será poco azotado. A todo el que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá, y al que le encomendaron mucho, mucho le pedirán” (Lc). Ellos han recibido mucho y grande es su responsabilidad.
Velen y oren para que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil». (Mateo 26:41)
La Santidad es apartados para Dios, entonces todas las semanas y días son santas, si creemos en El.
ORACIÓN .
Señor. La primeras semanas de abril de cada año, oh DIOS celebró la Pascua como objetivo de poder, entender la salvación de nosotros y el perdón de los pecados, con la muerte de tu Hijo Jesucristo. Más debo entender que tu vuelves y debo de santificar mi vida todos los días para estar preparado. Amén.