Cuando dejas de actuar injustamente y corriges tus caminos, construyes una vida diferente; ya que has enmendado tu errores y sanado tu alma del pecado.
El arrepentimiento es el pesar que una persona siente por algo que ha hecho, dicho o dejado de hacer. Quien se arrepiente cambia de opinión o deja de ser consecuente con un determinado compromiso.
Arrepentirse es un acto espontáneo, que debe surgir de la comprensión legítima de los propios errores, aunque esto no significa que no vuelvan a cometerse. A grandes rasgos, puede distinguirse entre faltas involuntarias y voluntarias, siendo estas últimas las más fáciles de evitar.
Cuando nos arrepentimos de corazón. sentimos la oportunidad de sanar una herida interna la cual nos ha afectado emocionalmente. Solo podemos recibir este sincero arrepentimiento cuando pedimos perdón por nuestros errores a Dios y a quien hemos afectado, por nuestra forma de proceder.
El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido. Isaías 57:15
Dios en nuestra vida siempre nos va confrontar con los actos que hemos echo mal, internamente tendremos las batallas en sí seguir por el mal camino o arrepentirnos y enderezar la forma de proceder, el nos busca en lo más profundo de nuestro interior en el alma espiritual, dejándonos saber que el está dispuesto a perdonarnos y a ayudarnos a cambiar , si en verdad reconocemos que estábamos perdidos y que el nos rescata para una vida mejor.
El arrepentimiento es mucho más que simplemente apartarse del pecado y no volver a cometerlo, ya que implica un verdadero cambio en la mente de quien ha obrado mal. Se considera que arrepentirse tiene como consecuencia un cambio en la conducta, una auténtica conversión a Dios que guarda una estrecha relación con la salvación.
Sin embargo, los que no murieron en esas plagas aun así rehusaron arrepentirse de sus fechorías y volverse a Dios. Siguieron rindiendo culto a demonios y a ídolos hechos de oro, plata, bronce, piedra y madera, ¡ídolos que no pueden ni ver ni oír ni caminar!
Esa gente no se arrepintió de sus asesinatos ni de su brujería ni de su inmoralidad sexual ni de sus robos. ( Apocalipsis 9:20-21).
Es importante arrepentirse de la forma de cómo estás siguiendo tu vida sin el conocimiento de Dios, en el en el Gran Libro, está la fórmula de cómo proceder a arrepentirnos de corazón a través de su verdad, la cual nos lleva a poder santificar nuestro cuerpo natural al servicio de Dios, en un verdadero arrepentimiento y perdón de pecados.
Pues la clase de tristeza que Dios desea que suframos nos aleja del pecado y trae como resultado salvación. No hay que lamentarse por esa clase de tristeza; pero la tristeza del mundo, al cual le falta arrepentimiento, resulta en muerte espiritual. (2 Corintios 7:10).
Esto enseñó Jesucristo. Sobre como es el valor que se siente en el cielo cuando un pecador se arrepiente y es rescatado por el Pastor de pastores.
Se le acercaban todos los publicanos y pecadores para oírle. Pero los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos. Entonces les propuso esta parábola: ¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se perdió hasta encontrarla? Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso, y, al llegar a casa, convoca a los amigos y vecinos y les dice: Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió. Os digo que, del mismo modo, habrá en el Cielo mayor alegría por un pecador que se arrepiéntete que por noventa y nueve justos que no la necesitan.
Dios te busca en todo lugar, con el único propósito que te arrepientas del mal camino por el cual estás extraviado, para llevarte al lugar que tiene para ti preparado de bendiciones, donde te cuidará y protegerá.
Jesús les contestó: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí. No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores y necesitan arrepentirse». Lucas 5:31 -32.
Es mejor arrepentirse a tiempo, que seguir extraviado por el mal camino.
ORACIÓN .
Señor. Perdóname y me arrepiento de corazón, hoy he venido a presentarme como un pecador , para que a través de tu sacrificio en la cruz, perdones mis pecados y me lleves al camino de la salvación. Amén.