Sinceridad
Del latín sinceritas, sinceridad es el modo de expresarse sin mentiras ni fingimientos. El término está asociado a la veracidad y la sencillez.
Lamentables cuestiones de la vida en sociedad, no siempre es fácil ser sinceros con nuestros seres queridos, con las personas que nos han criado, con nuestros amigos más cercanos; cuando trasladamos la necesidad de compartir nuestras verdaderas ideas con empleadores y gobernantes, las posibilidades decrecen considerablemente.
Porque no hay sinceridad en lo que dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro abierto es su garganta; con su lengua hablan lisonjas. Salmos 5:9
Por qué a veces sentimos que no podemos ser sinceros con quienes nos rodean? La raíz del problema, quizás, es que siempre encontramos respuestas a esta pregunta, o justificaciones para guardar una verdad.
Mis palabras proceden de la rectitud de mi corazón, y con sinceridad mis labios hablan lo que saben. Job 33:3
La sinceridad es una actitud de ser verdadero, honesto, franco, íntegro, con sigo mismo y con los demás.
Cuando actuamos sin sinceridad, somos deshonestos, estamos engañandonos a nosotros mismos, es ocultar la verdad de una realidad, llevándonos a una falsedad para con las personas, ya que tarde o temprano saldrá a la Luz de la verdad y te verás descubierto.
Porque nuestra satisfacción es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad que viene de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros. 2 Corintios 1:12
No temas en ser sincero en todo, sabiendo que la sinceridad demostrará la verdad de nuestro carácter, llevándonos a ser honestos con los demás y abriendo puertas de bendición.
Siervos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con temor y temblor, con la sinceridad de vuestro corazón, como a Cristo;
no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios. Efesios 6:5.
Oración: Hoy decido a ser sincero con migo mismo, para poder hablar verdad a los demás ya Dios. Guárdame de hablar engaño. Amén.