Siembra y Cosecha
Se denomina cosecha al acto de recolectar los frutos que brinda la tierra, por lo general obtenidos mediante cultivos. El término también hace referencia a la temporada en la cual se realiza dicha recolección, a los productos que se recogen y al conjunto de los frutos.
En lo personal, es aquello que alguien consigue como consecuencia de sus acciones o del destino.
Para poder recoger una cosecha, tenemos que identificar estos pasos:
El primer paso es identificar el terreno en que vamos a ser el cultivo, en lo personal es saber con quien nos estamos relacionando, ya que esa es la tierra en que vamos a sembrar.
Es importante identificar en que clase de terreno, sabiendo que hay tierra fértil y tierra mala, para el sembrado. Esto es saber escoger con quien nos relacionamos, ya que al tu alrededor hay gente mala y buena, esta gente es tu terreno para sembrar.
El segundo paso es escoger la semilla que vas a sembrar, esto se puede identificar como lo que vamos a dar also otros, si la semilla es amor, perdón, confianza, misericordia. O si escoges semillas de rencor , odio, maltrato, egoísmo, avaricia o pecado. Ya que lo que siembres esto recoges.
Lo tercero es saber que una vez que sembraste, hay un mantenimiento y un tiempo de espera, ya que la semilla entra en un proceso, esta revienta tarde o temprano, y saldrá el fruto de la cosecha que sembrasteis.
Por esto sabiendo y reconociendo lo que hacemos , esto es lo que traerá la cosecha.
El que sembró rencor, recogerá odio de muchos.
El que sembró cuidado, recogerá protección.
El que sembró maltrato, recogerá problemas.
El que sembró perdón, recogerá esperanza.
El que sembró egoísmo, recogerá soledad.
El que sembró misericordia, recogerá bondad.
El que sembró avaricia, recogerá pobreza.
El que sembró amor, recogerá alegrías y felicidad de muchos.
Por esto la importancia de saber en que terreno sembramos y que semilla estamos poniendo, por qué la cosecha tarde o temprano vendrá y dará sus frutos.
Te has preguntado dónde estás sembrando?
Que semilla estás Usando?
Que estás recogiendo de tu cosecha?
Porque así me ha dicho el Señor: Me estaré quieto y miraré desde mi morada, como calor resplandeciente al sol, como nube de rocío en el calor de la cosecha. Isaías 18:4.
Para poder convertir una tierra mala en buena y fértil, se necesita de un buen labrador y este es Dios.
De hay la importancia de saber que la palabra De Dios es una semilla que es necesaria sembrarla en nuestra vida , poniéndola en buena tierra, para que de frutos de esperanza, perdón y salvación.
Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno. Marcos 4:20.
Oración: Señor se que soy un sembrador de semillas, ayúdame a identificar las buenas, para poder sembrarlas en la vida y poder recoger buenos frutos. Amén.