Enfermedad

El término proviene del latín infirmitas que significa “falto de firmeza” y consiste en un proceso que acaece a un ser vivo y altera su estado normal de salud.

Se denomina enfermedad al proceso y a la fase que atraviesan los seres vivos cuando padecen una afección que atenta contra su bienestar al modificar su condición ontológica de salud. Esta situación puede desencadenarse por múltiples razones, ya sean de carácter intrínseco o extrínseco al organismo con evidencias de enfermedad.

La enfermedad es entendida como una idea opuesta al concepto de salud: es aquello que origina una alteración o rompe la armonía en un individuo, ya sea a escala molecular, corporal, mental, emocional o espiritual.

Cuando nos sentimos enfermos en lo físico, nuestro cuerpo se manifiesta en debilidad, nos conlleva a un agotamiento corporal, que causa un efecto de Salud, dejando en muchas ocaciones a depender de la ciencia o De Dios.

El Señor lo sostendrá en su lecho de enfermo; en su enfermedad, restaurarás su salud. Salmos 41:3.

Cuando la enfermedad ataca nuestra mente, es donde no se coordinan los pensamientos, no hay coherencia en la reacciones, se trastorna su comportamiento, cayendo en muchas ocaciones en su propio mundo, que lo lleva a no estar normal ante los demás. Muchas enfermedad es físicas comienzan en nuestras mentes, de hay la importancia de ser renovaos en nuestra forma de pensar.

Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto. Romanos 12:2.

La enfermedad espiritual, es la falta De Dios en un ser humano, es la plena desobediencia a sus principios y fundamentos establecidos, es la rebeldía de aceptar su existencia, dejando como causa el pecado y la muerte.

Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz. Romanos 8:6.

Para todos estos síntomas de enfermedad, Dios nos brindó una solución, preparando al hombre con la ciencia y la sabiduría, para lograr entender en muchas ocaciones al cuerpo humano. De igual manera envió a su hijo JESUCRISTO, con el propósito de libertar al oprimido, sanar al enfermo, al ofrecernos su palabra que nos lleva a una vida de fe y esperanza, para restaurar nuestro cuerpo afligido.

Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a la suegra de éste que yacía en cama con fiebre.

Le tocó la mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó y le servía.

Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: El mismo tomo nuestras flaquezas y llevonuestras enfermedades. Mateo 8:14-17.

En muchas ocaciones vivimos estos procesos, para poder que se restaure em nuestra fe y esperanza, en el ser que nos dio la vida, que creó los cielos y la tierra, que tiene cuidado de nosotros, que es un nombre sobre todo nombre y es DIOS.

No te aflijas en tu condición de enfermo, levanta tu mirada al cielo y verás siempre una luz de esperanza, para que se realice el milagro.

Oración: hoy en mi lecho de enfermedad, he levantado mi plegaria y oración al Dios que medio la vida, sabiendo que tendré una esperanza viva en Jesucristo, quien restaurará mi cuerpo y me dará la sanción. Amén.

Compartir:

Deja un comentario