Identidad
Es la conciencia que una persona tiene respecto de sí misma y que la convierte en alguien distinto a los demás. Aunque muchos de los rasgos que forman la identidad son hereditarios o innatos, el entorno ejerce una gran influencia en la conformación de la especificidad de cada sujeto; por esta razón tienen validez.
Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque El mismo ha dicho: Nunca te dejare ni te desamparare,
de manera que decimos confiadamente: El Señor es el que me ayuda; no temere. ¿Que podra hacerme el hombre?. Hebreos 13:5-6.
Por su parte, identidad también alude a aquella apreciación o percepción que cada individuo se tiene sobre sí mismo en comparación con otros, que puede incluir además la percepción de toda una colectividad; y es la identidad la que se encarga de forjar y dirigir a una comunidad definiendo así sus necesidades, acciones, gustos, prioridades o rasgos que los identifica y los distingue.
Una León había mordido a tantos habitantes de la aldea que eran muy pocos los que se atrevían a aventurarse en los campos.
Pero era tal la santidad del Maestro que se corrió la noticia de que había domesticado a leon y lo había convencido de que practicara la disciplina de la no violencia.
Al poco tiempo, los habitantes de la aldea habían descubierto que el leon se había hecho inofensivo.
De modo que se dedicaban a tirarle piedras y a arrastrarlo de un lado a otro agarrándola por la cola.
El pobre y apaleado León se arrastró una noche hasta la casa del Maestro para quejarse.
El Maestro le dijo:
– Amigo mío, has dejado de atemorizar a la gente y eso no es bueno.
– ¡ Pero si fuiste tú quien me enseño a practicar la disciplina de la no violencia !
– “ Yo te dije que dejaras de hacer daño, no de rugir ”.
Reflexión. Uno no puede deja de ser uno mismo, para agradar a los demás. Y perder su identidad.
Palabras de Jesucristo. Y dijo a sus discípulos que le tuvieran lista una barca por causa de la multitud, para que no le oprimieran; porque había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones se le echaban encima para tocarle.
Y siempre que los espíritus inmundos le veían, caían delante de El y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Y les advertía con insistencia que no revelaran su identidad. Marcos 3:9-12.
Tiempo de Pensar. Solo podemos ser auténticos cuando nos reconocemos a nosotros mismo, los valores y la diferencia entre otros, para poder marcar nuestro propio carácter.
Oracion. Permitamos Señor a ser auténtico y definido en mi forma de actuar, no me dejes ser influenciado por los demás, para perder la identidad que tu me diste, para ser tu hijo. Amén.