Hacer el bien

Hacer el bien

Estamos llamados para tener la capacidad de poder ser conscientes de tomar la decisión de poder hacer el bien a nuestro prójimo. Ser una mano amiga a quien la necesita. Saber que el mundo que nos rodea está lleno de necesidades, por la cual podemos ser instrumentos de algunas de ellas. Tan sencillas como brindarle el puesto de asiento de autobús a una anciana, de darle de comer a un pobre, de ayudar a pasar la calle a un niño, oh tan simple como ser el oído de alguien que necesita que se le escuche. Todo esto lo podemos catalogar como hacer el bien al que lo necesita.

Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y esfuérzate por mantenerla. (Salmos 34:14).

Hacer el bien es simple, solo tenemos que estar dispuestos para hacerlo, saber reconocer la necesidad y hacerle caso a nuestro corazón. Tener esta actitud nos llevará a poder ser bendecidos por DIOS, derramando en nosotros una conciencia capas de bendecir a otros.

Se dice un gran refrán. !! Hacer el bien sin mirará a quien!! . Este puede ser muy bonito aplicarlos en algunas ocaciones, pero en otras hay que aprender a disertar la voz De Dios, ya que para hacerlo tenemos que estar conscientes de no meternos en el trato De Dios en otros.

Tu ves en ocaciones a muchas personas en las calles pidiendo limosnas, pero no todos son pobres como aparentan ser. Por esto cuando has el bien discierne bien a quien se lo estas haciendo.

Cierta vez, un Labrador, encontró un Águila apresada por una red, y fascinado por la belleza de este animal, cortó la red que la tenia presa, y la liberó. El Águila, se sintió agradecida por tan generoso gesto, quiso devolver el favor a su bienhechor. Sin embargo, al ver sentado al Labrador al pie de un muro que estaba a punto de desplomarse, voló hacia él, y con sus garras le quitó delicadamente un pañuelo que le ceñía la cabeza.

El hombre, indignado por su acción, corrió tras el Águila, pero a los pocos segundos ya ambos lejos del muro, el Águila. dejó caer el pañuelo. El Labrador, recogió su pañuelo y al darse la vuelta, vio los escombros del muro en el mismo lugar donde él estaba sentado y el peligro en que estaba expuesto.

Impresionado, el Labrador se prometió hacer el bien cada vez que se presente la ocasión.

Reflexión. Cuando hacemos el bien de corazón , Dios tendrá cuidado de nosotros.

Palabras de Jesucristo. A los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia; pero a los que no hacen nada se les quitará aun lo poco que tienen.( Mateo 25:29).

Tiempos de pensar. El mal que no deseo , es el bien que me propongo hacer.

Oración. Señor concédeme la capacidad de poder ver la necesidades, para poder hacer el bien a mi prójimo. Sabiendo que podré ser un instrumento tuyo en la vida de ellos. Amén

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