LAS PETICIONES DEL CORAZÓN.

No puedes expresar una necesidad con los labios cerrados. Si no que lo haces abriendo tú boca para que te entiendan, así podrás ser escuchados. Solo hace falta creer para poder recibir

Somos personas que manifestamos de una o de otra manera favores que se pueden pedir, ya sea en beneficio de una necesidad o de la incapacidad que tenemos, en la cual pedimos una ayuda que solicitamos, para poder resolver una situación difícil, con la cual hacemos una petición de favor. La petición es la acción de pedir, solicitar o demandar a alguien que haga algo. También se conoce como petición a la oración con que se pide, al escrito que realiza un pedido y, en el ámbito del derecho, al escrito que se presenta ante un juez. La petición es una solicitud, que alguien efectúa a otro para lograr alguna concesión, la que puede hacerse en tono de ruego o bajo amenazas o advertencias, pudiendo efectuarse por cualquier medio de comunicación. La necesidad de perder encomendarnos a Dios bajo un ruego de oración, presentándole las necesidades de nuestra vida, nos permite la capacidad de pedirle por medio de la fe, sabiendo que El nos escuchara.

Pon tu delicia en el Señor, y El te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en El, que El actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Salmos 37:4-6.

El hombre necesita de los demás para cumplir muchas de sus necesidades vitales, y por ello se ve obligado a efectuar peticiones, por ejemplo, la petición a la novia de que acepte casarse, la petición del hijo menor de edad de la autorización de sus padres para viajar al exterior, la petición de empleo que puede partir del empleador que necesita contratar un dependiente o de quien necesita trabajar y peticiona un puesto de trabajo, etcétera.

Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda. Mateo 5:42.

Toda petición tiene una acción, es poder manifestar y comunicar la necesidad, es imposible que se pueda recibir algo si no lo hablamos, por tal razón el poder dirigirnos a alguien con la confianza de pedir un favor , podemos estar seguros que lo encontraremos.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 7:7.

Dios siempre está dispuesto a escuchar nuestras peticiones, mas debemos de hacerlo con toda confianza, que seremos escuchados por medio de la seguridad de creer que seremos escuchados, conforme a su gracia , con el cual por medio de El recibiremos las peticiones del corazón, de acuerdo a su voluntad.

Y esta es la confianza que tenemos delante de El, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye. Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. 1 Juan 5:14-15.

Ahora muchos piden para sus deleites personales y se acercan a Dios pidiéndole cosas que son absurdas , como aquellos que dicen: Señor que me gane la lotería este año, o bueno, Señor quiero casarme con un persona millonaria, guapa y atractiva, pero lo principal es que sea un buen creyente, y otros dicen: Señor, quiero un trabajo donde no se trabaje mucho, se pague bien y tenga muchas vacaciones; en fin, yo sé que nuestras listas de peticiones son interminables, más ¿podemos afirmar que si nos deleitamos en el Señor, el tendrá el poder para decidir las peticiones que de verdad sean necesarias para formar nuestras vidas. Por esto. Cuando ponemos nuestra fe y confianza en el Señor Jesús y nacemos de nuevo, recibimos un nuevo corazón, una nueva identidad, una nueva vida y en la medida que vamos conociendo a nuestro Dios, en la medida que Su Espíritu obra en nuestro corazón, Dios comienza a quitar nuestros deseos carnales y Él nos concede nuevos deseos poniendo en nuestro corazón nuevas peticiones. Por tanto, cuando nos deleitamos en el Señor, Dios pone los deseos que a Él le agradan, las peticiones que Él quiere que hagamos, si nos deleitamos en el Señor, Él nos mostrará lo que debemos anhelar y lo que debemos pedir. De ahi que. El nombre de JESUCRISTO, tiene un poder en el cielo, ya que es el único quien puede interceder por nosotros ante Dios Padre, por todas nuestras peticiones de acuerdo a su voluntad. Debemos de poder entender que solo podemos tener un solo intercesor, y darle a El solo la gloria de poder ser escuchados. Ya que su propósito es que por medio de la tercera identidad de su manifestación, aprendamos que estamos con el Espíritu Santo , quien es el que nos cuida y protege.

En ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre. Juan 16:26-27.

La buena comunicación, es la base de nuestras peticiones. Mas debemos de estar claros en lo que presentamos , para que nos entiendan y lo podamos recibir por fe.

ORACIÓN

Presentó delante de ti oh Jesucristo, mis peticiones y necesidades, escucha mis oraciones y ruegos, sabiendo que tú intercedes por mi delante de Dios, quien suplirá la peticiones de mi corazón, de acuerdo a tu voluntad. Amén.

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