El hombre valiente no es el que mas fuerza tiene, si no el mas decidido cuando cuando la fuerza lo abandona. Cuando ejecuta con vigor una acción y demuestra su gallardía con valor.
Cuando una persona es valiente, logra vencer sus temores o dudas y actúa con decisión y firmeza. La valentía se demuestra en los grandes actos. como en una guerra o una emergencia, pero también en las pequeñas acciones cotidianas al decir una verdad dolorosa a un ser querido. Un valiente no es un super hombre, si no es aquel que no siente miedo cuando le toca confrontar a su adversario. Por lo general no busca la aprobación de los demás, cuando sabe arriesgar su vida por defender sus valores. Otra capacidad del valiente es saber poner limites en sus relaciones y saber decir no, cuando ve que el resultado es incierto. Hay una gran frase de Nelson Mandela que decía:
“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo sino el triunfo sobre él. La persona valiente no es aquella que no siente miedo, sino que conquista ese miedo”.
Pasar del deseo a la acción es uno de los aspectos más complicados para un líder. Muchas personas con visión se paralizan ante el primer obstaculo, y terminan con el entusiasmo inicial apagado. Los más nobles ideales, y las más notables intenciones pueden quedar en el olvido cuando no se ejecutan, es en esos momentos en los que se requiere una gran dosis de valentía.
¿Cómo podéis decir: “Somos poderosos guerreros, y hombres valientes para la guerra”? Jeremías 48:14.
Es posible entender a la valentía como una acción esforzada que parece superar a las fuerzas naturales. El valiente saca fuerzas de donde la gente común no tiene y termina haciendo cosas extraordinarias.
¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9.
Puede decirse que la valentía es un virtud del ser humano para llevar adelante una iniciativa a pesar de las dificultades y los impedimentos. Estas trabas generan miedos que son superados gracias a la valentía y el coraje. De ahi que es una virtud de la personalidad que se caracteriza por tomar decisiones de una forma consciente y responsable, conociendo los riesgos y asumiendo los resultados tanto positivos como negativos, de dichas acciones. En la toma de decisiones encontramos la mayor oportunidad de ejercer nuestra libertad y valentía. Ambos conceptos se encuentran interrelacionados. No podemos ser libres sin valentía, ni valientes sin libertad.
En el día que invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con fortaleza en mi alma. Salmos 138:3-
La valentía produce determinación, siendo capaz de lograr alcanzar las metas y propósitos que se dispongan, por lo generar la confianza de poder llevar acabo un objetivo que puede generar cambios en su vida, se lograría a través de la decisión valiente que tomes, para dar los pasos que se necesitan para alcanzarlo. Es importante resaltar que todos tenemos nuestros propios temores. El miedo se puede convertir en fantasmas mentales que te podrían paralizar e intimidar. Se recomienda en este punto que actúes diligentemente a pesar de la duda, del temor y de las preocupaciónes; yendo siempre hacia delante con una actitud de gran energía y valor.
Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. Deuteronomio 31:6.
Hay que ser valiente para hablar la verdad y confrontar la mentira. Por esto lo contrario a la valentía es la cobardía. Por lo general el cobarde se esconde y se refugia con la mentira y no tiene valor o ánimo para superar las dificultades.
¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas. Josué 1:9.
Dios nos manda a que seamos valientes, que podamos confiar en su poder para poder enfrentar la vida que nos provee, y así lograr la bendiciones que tiene preparadas para nosotros. Hay que ser valiente para tomar la determinación de alejarnos del mal y de los sentimientos que conllevan a las emociones de la carne a pecar; saber vencerlos a través de la ayuda y del conocimiento de la palabra de Dios, que nos proveerá de su Espíritu Santo, el cual nos dará la capacidad de aprender a reconocer entre lo bueno y lo malo, lo agradable y perfecto; trayéndonos una luz a nuestra vida llena de esperanzas y cambios que producirán determinaciones, que nos llevarán a las bendiciones que tiene preparadas para nosotros.
Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Josué 1:7.
La fuerza de voluntad de un hombre valiente es la que determina su rumbo a seguir. Por esto su gran motor es la capacidad con que determina una actitud correcta; esta produce una gran energía para transformar sus sueños y metas en realidad.
ORACIÓN
Hoy me visto de valentía, para poder vencer lo que me está impidiendo tomar las determinaciones de cambio a mi vida. Me pongo ante ti oh Dios para dar cada paso confiado, para que tú me des la capacidad de lograr los objetivos de acuerdo a tu voluntad. Amén.