ACEPTA LOS AÑOS DE VIDA.

Aceptar la edad significa: no volverse viejo. El volverse viejo comienza con el quejarse mucho de lo penosa que es la vida terrenal. Para aprender a crecer, es importante, reflexionar acerca de cómo llegar a cada etapa de la vida, sabiendo comprender cada momento vivido.

Cada etapa de nuestra vida está marcada por diferentes aspectos evolutivos, como son, la inocencia de la infancia, la espontaneidad de la juventud y la madurez del adulto. Sin embargo, cuando la vida nos aproxima a la vejez, en ocasiones, no encontramos aspectos que nos ayuden a valorar, aceptar y disfrutar de esta etapa final de la vida.

La gloria de los jóvenes es su fuerza; las canas de la experiencia son el esplendor de los ancianos. Proverbios 20:29

Se vive en un mundo donde cada día le cuesta a la humanidad aceptar los años de vida. La inconformidad de verse en un espejo, lleva a la persona a sumerjerse en la vanidad de su pensamiento. Poder aceptarnos a medida del cambio de nuestro cuerpo, es saber vivir cada momento conforme a las medidas de nuestra forma de madurar. Posiblemente nos veamos viejos, pero somos jóvenes en nuestra manera de madurar, crecer y aceptarnos, ya que cada día que pasa, bienes con sus luchas, dificultades o con felicidad. Y ahí sabremos que hemos empezado a vivir.

No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable». Eclesiastés 12:1

La persona entra en años; sin embargo, el ser viejo es  un rasgo de carácter nacido de una forma errónea de pensar y de actuar. Ser joven no es sólo una etapa en el ciclo de vida de una persona, sino que es una postura interna que no está sujeta ni a un tiempo ni a una edad determinados. Que la persona sea joven o mayor en años, no es lo decisivo; depende de qué es lo que hace la persona con su vida. Eso es lo que cuenta y lo que revela cuán joven es ella anímicamente. El desarrollo de la vida terrenal depende de los pensamientos de la persona. Pues, tal como la persona piensa, así será a más tardar en la vejez.
La persona, sea joven o vieja, debería luchar por hacerse consciente de que la vida terrenal sólo es la fase previa hacia una vida más elevada, y que el fallecer sólo es el paso a otra forma de existencia, que a su vez significa vida.

También les dijo una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán, sino que el vino nuevo debe echarse en odres nuevos.Y nadie, después de beber vino añejo, desea vino nuevo, porque dice: “El añejo es mejor.” ( Lucas 5:37-39).

Si somos añejos sabremos mejor, que uno nuevo. Es así la vida todo tiene su sentido de vivir.

Ahora que estoy viejo y canoso, no me abandones, oh Dios. Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación, tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí. Salmos 71:18

ORACIÓN

Señor. Ayúdame aceptar los años que he vivido, agradecido por cada momento, que me has permitido crecer. Amén

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