ANSIOSO Y AFANADO.

Cuando insistes en lo que nos te esta saliendo, persistiendo ciegamente . Te cubrirás de preocupaciones y te encerraras en un caos mental.

Me maravilla la gran facilidad con la que llegamos a afanarnanos y ponernos ansiosos. Es asombrosa la capacidad del ser humano de dedicarle tiempo y esfuerzo mental innecesarios a cualquier problema o situación ajena a su control por minúscula que sea. Deberes, situaciones y conflictos laborales, responsabilidades de cualquier tipo (principalmente lo interminables que suelen ser las económicas), hay pocas cosas en el mundo más fáciles que acumular preocupaciones. Lo incierto y desconocido de nuestro futuro nos provoca constante ansiedad y nos hace afanarnos con mucha frecuencia. De igual manera queremos afanarnos y atesorar riquezas, sabiendo que cuando menos piensa la muerte nos aparece, y te podrás imaginar como otros van a disfrutar y malgastar tus esfuerzos.

No pasarán el resto de la vida siguiendo sus propios deseos, sino que estarán ansiosos de hacer la voluntad de Dios. 1 Pedro 4:2

Había una vez una abeja joven y fuerte, estaba llena del ardor de la juventud. Un día, mientras volaba muy feliz de flor en flor, chupando néctar, se alejó cada vez más de su casa y olvidó que pronto anochecería y sería hora de regresar. Acababa de posarse en una flor de loto, cuando el sol se puso y el loto se cerró. La abeja quedó atrapada. Tenía un aguijón afilado y habría podido perforar fácilmente los pétalos y escapar, pero estaba absorta en su embriaguez. Pensó: “Pasaré aquí la noche bebiendo néctar y por la mañana, cuando se abra el loto, volaré a casa. Reuniré a mi esposa, a mis vecinos y amigos y los traeré aquí a beber néctar. ¡Estarán muy contentos! ¡Estarán muy agradecidos!. Pronto llegó la medianoche. Un elefante joven, que también se hallaba extasiado, vagaba por el bosque derribando árboles; desgarraba plantas y se las metía en la boca. Cuando llegó al loto donde la abeja se deleitaba, empezó a arrancar lotos y a comérselos. La abeja seguía bebiendo néctar y pensaba: “Traeré a mi esposa, traeré a mis vecinos, traeré a todos mis amigos; tendré una gran fábrica de miel”. De pronto, hubo un fuerte crujido. “¡Ay de mi!, gritó la abeja. Me muero, me muero. Estoy muerta”. Todos los planes de la abeja quedaron en el lago. Todos sus amigos quedaron en casa. La esposa de la abeja seguía en casa y la abeja, en la boca del elefante.

Como esa abeja, cada vez llegamos más lejos en este mundo, imaginando que hacemos grandes progresos, sin darnos cuenta de que vamos dejando atrás nuestra esencia. Cada día se acerca más el elefante de la muerte, pero nunca advertimos sus pasos. En este mundo transitorio. Aunque parece fascinante, todo lo que vemos aquí es perecedero. 

” Eres como un viajero que va y viene. Acumulas riquezas y te enorgulleces de ellas. Pero cuando te marches no te llevarás nada contigo. Viniste a este mundo con los puños cerrados, pero cuando te vayas, tus manos estarán abiertas”.

Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. ( Lucas 21:34-35).

Estamos en un mundo donde nos acostumbramos a desempeñar diferentes funciones, diferentes actividades, podemos mencionar nuestro trabajo, donde nos ganamos el sustento de pan, puede ser que estás asistiendo a una escuela para estudiar, preparándote para un mejor porvenir, quizás seas una ama de casa, un maestro de escuela, un pastor o líder de la iglesia donde te congregas; pero qué sucede al transcurrir el tiempo, al estar comprometido desempeñando diferentes actividades, y afanoso por trabajar muchas mas, llegará el momento en el cual sentiremos cansancio, sobre todo cuando las cosa empiezan a salir mal, hasta llegar al punto del estrés, del desespero. Causados por la ansiedad y el afán.

Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7.

Nuestro afan y ansiedad, no nos dejan ver lo hermoso que es la vida para aprender a disfrutarla. Por esto te recomiendo un buen descanso para que reflexiones sobre el ajetreo que tienes en tu vida. Y así lograra controlar tus emociones y llagar con determinaciones que te ayuden a tener una vida mas en paz y segura.

La ansiedad es la inseguridad de querer y alcanzar sin resultados. Mas si te llevas por el afán las cosas no resultarán como lo pretendías y los errores estarán a la visita. Recuerda todo tienen un tiempo bajos el cielo y debemos caminar con lo que podemos y no con cargas que nos ponen peso a nuestra vida.

ORACIÓN .

Señor. Concédeme la calma de mi vida, y quita de medio mi todo afan y anciedad, para darme paz y fe, que nos lleven a poder disfrutar de las bendiciones del creador. Amén.

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