La esperanza es la actitud del Ánimo, que se refleja en nuestro interior con una fe, y se manifestá en el exterior con una sonrisa de bienestar.
Dos hombres enfermos de gravedad compartían la misma habitación del hospital; a uno de ellos, cuya cama estaba al lado de la única ventana de la habitación, se le permitía sentarse durante una hora por la tarde para drenar el líquido de sus pulmones; el otro tenía que permanecer acostado durante todo el día mirando a la pared. Cada tarde, el compañero sentado cerca de la ventana relataba al otro lo que veía a su través: un parque con un lago donde se deslizaban hermosos cisnes y donde los enamorados entrelazaban sus manos mientras paseaban entre árboles y flores multicolores. Allá al fondo, una hermosa vista de la ciudad. Un día era esto, otro día era aquello, y siempre había novedades que relatar, las suficientes para mantener viva la esperanza. Un día murió el enfermo situado cerca de la ventana, siendo el otro trasladado a la cama del difunto junto a la ventana, mas cuando logró apoyarse sobre un codo para contemplar por sí mismo los paisajes relatados por el añorado compañero no vio sino la oscura pared de un patio interior. Preguntó entonces a la enfermera cómo era posible el cambio del decorado, a lo que aquella respondió que el señor anterior era ciego, añadiendo en voz baja: “quizá solamente deseaba animarlo a usted”.
Si el Señor no me hubiera ayudado, pronto me habría quedado en el silencio de la tumba. Clamé: «¡Me resbalo!», pero tu amor inagotable, oh Señor, me sostuvo. Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría. Salmos 94: 17-19
Nuestras fuerzas en muchas ocaciones se desvanecen, nos sentimos agobiados y desesperados por lo que no está sucediendo, sin poder encontrar respuestas a nuestras necesidades. De pronto nos encontramos con alguien que nos saluda y nos abraza reflejado su amor; oh simplemente recibimos un mensaje por la redes sociales, el cual leemos y nos levanta el ánimo para seguir adelante; Oh compartimos de un gran lugar donde hay un motivador dictando una conferencia, que pareciera que nos estuviera hablando a nuestro interior.
En cuanto a ti, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el Señor escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si le buscas, El te dejará encontrarle; pero si le abandonas, El te rechazará para siempre. 1 Crónicas 28:9.
Pero todo esto va depender de nosotros, de como estemos dispuestos con nuestra actitud, de levantar el ánimo que nos agobia y buscar una salida de esperanza a nuestra alma angustiada.
Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado. Y al instante la mujer quedó sana. (Mateo 9:22).
La esperanza es lo único que no se pierde, pero la actitud del Ánimo decidirá nuestra fe para encontrarla.
ORACIÓN .
Señor. Tu animas mi alma día a día, atravez de tu palabra, permita tener una actitud correcta, para asimilar cada enseñanza que producirá esperanza a mi vida. Amén.