No hay mentiras grande o pequeña. El que se acostumbra a mentir, lo conlleva tarde o temprano a ser avergonzado por la verdad, ya que es el engaño de si mismo cuando espera que todos le crean una falsedad.
La falsedad se puede definir como la falta de verdad o la tergiversación de esta. Y el engaño tiene como finalidad impedir una sanción, evitar hacer daño, obtener un beneficio propio, ocultar algún hecho vergonzante o doloroso. La mentira es una expresión que resulta opuesto a lo que se sabe, se piensa o se opina. Por lo que la mentira alude a la falsedad y esta conlleva al engaño de lo no real.
Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo; el que anda en camino de integridad me servirá. El que practica el engaño no morará en mi casa; el que habla mentiras no permanecerá en mi presencia. (Salmos 101:6-7).
Una persona que engaña conscientemente, se denomina como un verdadero mentiroso, y su posición sobre la verdad lo oscurece ante la realidad, ya que es falso todo lo que afirma, y conlleva a que nadie le crea cuando quiere expresar una verdad.
Había una vez un marinero que se comprometió a realizar un viaje muy largo. Para hacer más entretenida la travesía, se llevó con él a un mono para divertirse durante la larga travesía. Cuando estaban cerca de la costa de Grecia, una muy ruidosa y violenta tempestad se levantó e hizo naufragar a la débil nave. Su tripulación, el marinero y su mono tuvieron que nadar para así poder salvar sus vidas. Mientras tanto, el mono que luchaba contra las olas, fue visto por un delfín; el cual creyendo que era un hombre, fue a salvarlo deslizándose debajo él y transportándolo hacia la costa. Cuando estaban llegando al puerto, el delfín le preguntó al mono: – Mono ¿eres ateniense (nacido en Atenas)?, y él mono por darse de muy presumido y mentiroso, le respondió: – Sí, y tengo también parientes muy importantes viviendo allí –. El delfín le preguntó de nuevo si conocía el Pireo (el famoso puerto de Atenas). El mono creyendo entonces que se trataba de un hombre, le contestó que no solo lo conocía, sino que también era uno de sus mejores amigos. El delfín indignado por tanto engaño y mentiras que el mono decía, dio media vuelta y lo devolvió a alta mar.
Existen los casos agudos. Está el que hace de la mentira un hábito y vive con ansiedad constante porque piensa que todo el mundo le va a mentir, es decir, que los otros harán lo mismo que él hace. Se acostumbran a ser capaces de engañar y hablan con ligerezas falsedades. Estos son arrastrados por el camino de la vergüenza ya que por mucho que traten de sobre vivir , su propio engaño caba un sepultura de su vida. Por que tarde o temprano todo se le devuelve y la verdad sera su muerte.
Nadie que confíe en ti será jamás avergonzado, pero la deshonra les llega a los que tratan de engañar a otros. Salmos 25:3
Los propias engaños del mentiroso son las que se encargan de revelar la verdad en un pequeño descuido. La falsedad tienen una oscuridad y lleva a la persona en perderse así misma, por tanto siempre saldrá a la luz la verdad quien es la que descubrirá el engaño.
Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine de El , pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió. ¿Por qué no entendéis lo que digo? Porque no podéis oír mi palabra. Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira. ( Juan 8:42-44).
Quizá, en algún momento de nuestra vida, hemos “soltado” una pequeña mentira para no quedar mal. Sin embargo, con el tiempo se ha ido haciendo cada vez más grande. Es en ese momento cuando sabemos que hemos perdido el control y que decir la verdad puede acarrear consecuencias negativas. Cuando no somos capaces de decir la verdad por temor a una reacción ajena, tendemos a ser falsos y engañadores.
Ahora hay quienes caen en las manos de engañadores que solo buscan sacar beneficios propios , estos usan artimañas para mentir y esperar que les crean todo lo falso que hacen. Cuídate de estas personas.
Los ídolos caseros dan consejos sin ningún valor, los adivinos predicen solo mentiras y los que interpretan los sueños dicen falsedades que no dan consuelo. Así que mi pueblo vaga como ovejas perdidas; y las atacan porque no tienen pastor. Zacarías 10:2.
Busca la verdad y entenderás el principio de la vida, ya que la integridad es el buen resultado del éxito y te conlleva a un bienestar en tu camino. Por eso
” Más fácil se cae un mentiroso, que un ciego cojo “.
ORACIÓN .
Señor. Que fáciles es caer en una mentira, pero guárdame de ser un falso, ya que el engaño es la falta de sinceridad con migo mismo y los demás. Y se que no es de tú agrado. Amén.