ENTENDIENDO LOS AÑOS VIVIDOS.

Cuando aprendemos a comprender nuestras edades, es por que los años han pasado sin darnos cuenta. De ahi la necesidad de valorar la vida vivida, dando gracias a Dios por ella.

Hace muchos años, vivía un viejo perro de caza, cuya avanzada edad le había hecho perder gran parte de las facultades, como ser más fuerte o veloz. Un día, mientras se encontraba en una jornada de caza junto a su amo, se topó con un hermoso jabalí, al que quiso atrapar para su dueño. Poniendo en ello todo su empeño, consiguió morderle una oreja, pero como su boca ya no era la de siempre, el animal consiguió escaparse. Al escuchar el escándalo, su amo corrió hacia el lugar, encontrando únicamente al viejo perro. Enfadado porque hubiera dejado escapar a la pieza, comenzó a regañarle muy duramente. El pobre perro, que no se merecía semejante regañina, le dijo: -Querido amo mío, no creas que he dejado escapar a ese hermoso animal por gusto. He intentado retenerlo, al igual que hacía cuando era joven, pero por mucho que lo deseemos ambos, mis facultades no volverán a ser las mismas. Así que, en lugar de enfadarte conmigo porque me he hecho viejo, alégrate por todos esos años en los que te ayudaba sin descanso.

La forma en que enfrentemos los años de vida, es la capacidad de poder analizar cuan agradecidos podemos estar. Si somos conscientes de que los años no pasaron solos, si no que fueron acompañados de muchos recuerdos hermosos, que nos brindaron un crecimiento de experiencias , formándonos en la vida. Nos volvemos viejos dejando atrás un pasado, lleno de hermosas vivencias, que nos dan la sabiduría para poder comprender y aceptar cada año vivido. El anciano es símbolo de respecto , por lo cual cuando su pelo canoso refleja una vida llena de experiencias, que se van volviendo en un tesoro de amor y admiración por el cual estaremos agradecidos por ellos.

La vida va pasando, cada que observamos ver pasar el sol por nuestros hombros, y ver caer la noche.

La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la honra de los ancianos, sus canas. (Proverbios 20:29).

El respecto a los mayores es la honra de sus vivencias, ya que hicieron lo posible porque nuestra familia tuviera una vida feliz. Por eso debemos de enfrentar nuestros años con ánimos y alegrías, sonriéndole a la vida y siendo capaces de aceptar que la etapa de la edad es un gran regalo de parte de Dios.

Los nietos son la corona de gloria de los ancianos; los padres son el orgullo de sus hijos. Proverbios 17:6 .

El llegar a viejo es poder ser un maestro de vivencias, que traerá honra y satisfacción . Cuando analizo mis años de vida y a medida que ellos pasan me he dado cuenta que ahora soy la persona que había querido ser, lleno de bendiciones, una esposa que me ama y que siempre ha estado a mi lado incondicionalmente en los buenos y malos momentos, he visto crecer a mis hijos y ver como forman su familia, ahora estoy disfrutando de mis nietos que llenan mi corazón de alegría, haciéndome niño con ellos. Por esto doy gracias al Señor por todos mis años vividos. Y que me ayude a sonreírle siempre a la vida.

Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia, y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos. Ahora que estoy viejo y canoso, no me abandones, oh Dios. Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación, tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí. Salmos 71:17 -18.

Por esto no te encierres en ti mismo al no aceptar los años, levanta tu cabeza y mira a tu alrededor y ve cuantos ya han partido y tu estas ahi como un gran roble, lleno de sombra y con un grande tallo, cubriendo muchas temporadas con tus enormes años de vida. Que afortunado eres.

ORACIÓN .

Cada día que pasa y nos vemos al espejo Señor, nos damos cuenta los años vividos, ayudame a poder aceptarlos y reconocerlos, para ser lleno de sabiduria con ellos. Amén.

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