El que habla mucho teje una red llena de telarañas, para tratar de atrapar al ingenuo. Mas su lengua esta llena de veneno con la cual quiere devorar a sus presas. Cuídate de no caer en la trampa.
Un joven discípulo dijo a un sabio filósofo: – Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.
– Espera, le interrumpió el filósofo. ¿Ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?
– ¿Qué tres puertas?
– Sí, la primera es la verdad ¿Estás seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?
– No, lo oí comentar a unos vecinos.
– Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?
– No, al contrario.
– Y la última puerta es la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?
– No, no es necesario.
– Entonces dijo el sabio sonriendo: “Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo para siempre”.
No permitas que el chisme entre por tu vida, ponle las tres puertas, la verdad, la bondad y lo necesario. Y así podrás controlar esa lengua.
La persona que se acostumbra hablar mal de alguien, demostrando su capacidad de levantar falso testimonio, haciendo más grande la mentira y difamando la dignidad de otra persona, esta es considerada un chismoso.
Es necio denigrar al vecino; una persona sensata guarda silencio. El chismoso anda contando secretos; pero los que son dignos de confianza saben guardar una confidencia. (Proverbios 11:12-13)
Que peligroso es caer en la boca de un chismoso, este es el que llena el estanque de la vida con falsos testimonios, tratando de ridiculizar a la otra persona con su lengua y difamando, siendo consciente de su forma de actuar que lo llevará a su propia red de mentiras, que al ser descubierto, se hundirá en su propio fango.
Si tiendes una trampa para otros, tú mismo caerás en ella. Si echas a rodar una roca sobre otros, no los aplastará a ellos sino a ti. La lengua mentirosa odia a sus víctimas, y las palabras aduladoras llevan a la ruina. (Proverbios 26:27-28).
Cuidate de las personas que a todo momento están tratando de hablar mal de alguien, no caigas en su red, por que te llevarán en sus propios conflictos, para sacar provecho de tus debilidades. Los chismosos generalmente tienen el objetivo de engrandecerse a sí mismos haciendo quedar mal a los demás y exaltándose a sí mismos como si fueran una especie de poseedores de conocimiento. Estos hablan de los defectos y debilidades de los demás, o revelan detalles vergonzosos o que pueden resultar bochornosos sobre la vida de otras personas sin su conocimiento o aprobación. Aunque no tengan mala intención, siguen siendo chismes. Los que se dedican a esto no hacen más que crear problemas y provocar ira, amargura y dolor entre los amigos.
El alborotador siembra conflictos; el chisme separa a los mejores amigos. (Proverbios 16:28).
El chisme separa, causa enemistad y destruye. Este es tan feroz que es capaz de ocacionar grandes guerras y conflictos. Cuando esté se entromete con mentiras, lleva a la destrucción de los sentimientos. Que horrible es caer en la redes de un chismoso, su plan maléfico es tratar de destruir la vida de otros. Evita a estas personas y sácalas de tu vida, así te guardaras del mal aire contaminado por la mentiras. No respires esto, ni te dejes impresionar por su astucia, ya que al final el solo caerá en su propia engaño.
Así que les escribo no porque no conozcan la verdad, sino porque conocen la diferencia entre la verdad y la mentira. (1 Juan 2:21)).
El fuego se apaga cuando falta madera, y las peleas se acaban cuando termina el chisme.
ORACIÓN .
Señor. Guarda mi lengua de hablar mentiras, y poder saber las consecuencias de un chismoso. Para poder librarme del fuego de la habladurías, que destrozan una vida. Amén.