¿MALA SUERTE? O ¿BUENA SUERTE?. SOLO SON PUNTOS DE VISTA .

No hay buena suerte o mala, solo es cuestión de actitud, para entender los designios que la vida nos presenta, para bien o para mal. Y así entender o aceptar.

Un relato describe la vida de un campesino que era considerado muy próspero porque era dueño de un caballo que utilizaba para arar la tierra y trasladarse.

Un día un rayo rompió la entrada del corral y el animal se escapó. Los vecinos al enterarse fueron a verle apenados por la pérdida diciéndole: “qué mala suerte ha tenido vecino, de no ser por esta tormenta no habría perdido su único caballo”. El campesino simplemente dijo: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”.

Unos pocos días después, el animal volvió acompañado de dos caballos salvajes de las montañas. Todos los vecinos se regocijaron por su buena fortuna y fueron a felicitarlo por su buena suerte. El campesino solo dijo: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”

Al día siguiente, el hijo del campesino trató de montar a uno de los caballos salvajes; el animal lo tiró y el joven se quebró una pierna. Debió ser entablillado y se le indicó guardar cama por un par de meses. Naturalmente todos los vecinos ofrecieron su consuelo por la mala fortuna. Y el campesino nuevamente dijo:

“¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”

Una semana más tarde, los oficiales de reclutamiento llegaron al lugar para alistar a los jóvenes para el ejército ya que se había desatado una guerra en las fronteras de su país. Ellos rechazaron al hijo del campesino porque tenía la pierna fracturada. Cuando los vecinos le dijeron lo afortunado que era porque su hijo no había sido alistado, el campesino contestó: “¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Solo son puntos de vista”


Cuando hablamos de suerte, nos referimos a la existencia de una serie de hechos o situaciones, afortunados o desafortunados, que se dan debido a la casualidad, al azar o a causas que nosotros desconocemos y que están fuera de nuestro control.

Existen situaciones a nivel existencial, que sólo pueden ser explicadas a través del destino y de la creencia en Dios.
Situaciones de vida o muerte o en donde la vida de una persona cambia totalmente y realmente no hay ninguna ley física, biológica, psicológica, etc., que explique dicha situación.

Por ejemplo, el caso de algunas personas que se salvaron de morir en el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre.
Personas que todos los días, a la hora del ataque, estaban presentes en alguno de los pisos en donde murió la gente y ese día, por algún motivo, se les hizo tarde y no alcanzaron a llegar.

De igual manera una señora que se ganó el Gran Premio multimillonario de la lotería, empezó darse lujos y a su único hijo a darle lo que el quisiera; El le pidió una moto que era su mayor deseo. A los pocos pocos días se mató en ella.
Este tipo de situaciones sólo pueden ser explicadas de acuerdo a las creencias religiosas, existenciales o filosóficas de cada persona.
Sin embargo, a nivel de la vida diaria es diferente.

¿Te has dado cuenta de que las personas que tienen buena actitud, son positivas, alegres, activas y seguras de sí mismas?
¿Y que las personas con mala actitud son negativas, depresivas, constantemente están enojadas o de mal humor y son desconfiadas?. ¿Crees que es casualidad? O . ¿Piensas que son así como resultado de su suerte?

Observé algo más bajo el sol. El corredor más veloz no siempre gana la carrera y el guerrero más fuerte no siempre gana la batalla. Los sabios a veces pasan hambre, los habilidosos no necesariamente son ricos, y los bien instruidos no siempre tienen éxito en la vida. Todo depende de la suerte, de estar en el lugar correcto en el momento oportuno. La gente nunca puede predecir cuándo vendrán tiempos difíciles. Como los peces en la red o los pájaros en la trampa, la gente queda atrapada por tragedias repentinas. (Eclesiastés 9:11-12).

Nuestra actitudes definen la forma en que se nos presenta la vida, solo ella dará el resultado que pretendemos alcanzar, Dios siempre tiene trazado un camino para nuestra existencia, hay veces podemos alcanzar su favores en los designios de la vida. Saber entender que todo ocurre por un bien y que EL esta presente en todo lo que pretendemos y alcanzamos, para enseñarnos .

No te preguntes qué es la suerte, si existe la suerte o si se puede cambiar la suerte, pregúntate qué puedes hacer tú para vivir mejor, empieza a actuar y tu vida mejorará notablemente.

Y si en algún pueblo se niegan a recibirlos, sacúdanse el polvo de los pies al salir para mostrar que abandonan a esas personas a su suerte». (Lucas 9:5).

Cuando entendemos el resultado de nuestra vida, sabremos comprender la suerte que tuvimos.

ORACIÓN .

Señor Dios. Enséñame a comprender y aceptar cada designios que la vida me presenta, como una gran enseñanza de crecimiento, para enfrentarme al pasado, presente y futuro, con mas sabiduría y entendimiento. Amén.

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